Camino a Guantánamo: El horror
Puede decirse -afirma Winterbottom, uno de los dos directores y ganadores del Oso de Plata a la Mejor Dirección en la última Berlinale- que esta película es en parte una road movie; en parte, una película de guerra; y en parte, una película de prisiones. A esto -a estar hecha de partes- se debe tal vez que Camino a Guantánamo no parezca una buena película, sin que se pueda decir que sea mala debido al apasionante hecho -real y actual y sucedido- que relata.
Cuatro amigos pakistanís, casi adolescentes, y de nacionalidad británica, parten de Londres a Karachi para la boda del mayor. Son capturados por la Alianza del Norte, en guerra contra los talibanes. En manos luego de los estadounidenses, tres de ellos -uno muere- quedan presos más de dos años en la base de Guantánamo. Esto sucede desde septiembre de 2001 a marzo del 2004.
La estructura del guión es así: los protagonistas, con estos pocos años más -la película se realiza en 2006-, van contando a la cámara, y alternándose, su historia; completan o adelantan lo que las imágenes no mostrarán. Dice Winterbottom: “Sobre todo hemos pretendido contar la historia de estos chicos con sus propias palabras, dando su versión de lo que les pasó como lo haría un abogado”. ¿Cómo lo haría un abogado? Mucho mejor, mil veces mejor. Estos tres jóvenes cuentan a la cámara, nos cuentan, sin el rencor ni la acusación amarga -son ejemplares- que parece haber en cambio en la película de Winterbottom/Whitecross…
La película en sus imágenes, y en tono de documental -interpretada por tres actores de 19 años, y uno de 23 sin mucha experiencia de rodajes-, revive la terrible peripecia: humillaciones y torturas, privaciones, castigos físicos y psicológicos sufridos durante unos meses por sus captores de la Alianza del Norte. Otro tanto sufren esos tres jóvenes de los estadounidenses y británicos, y por más de dos años, en Guantánamo, junto a reiterados interrogatorios con los que se les quiere hacer confesar que son talibanes. Casi una casualidad permite que sean puestos en libertad sin cargos.
Toda una singular y tremenda historia, que hubiera tenido mayor fuerza contada como narración dramática. Porque un pseudo-documental de guerra y de prisiones, que acusa sólo a unos, manifiesta partidismo político… falta la otra parte. Sumadas parte y parte, dirían de modo más completo que la guerra es injusta e inhumana, demoníaca.
La narración dramática, que individualiza a las personas, es más propia del cine como arte, presenta más y mejor el sufrimiento y el dolor humanos.
Ficha Técnica
- Dirección: Michael Winterbottom,
- Guion: Matt Whitecross,
- Intérpretes: Farhad Harun, Arfan Usman, Rizwan Ahmed, Waqar Siddiqui, Shahid Iqbal,
- País: Reino Unido (The Road To Guantanamo, 2006)
- Fotografía: Marcel Zyskind
- Montaje: M. Winterbottom, M. Whitecross
- Música: Molly Nyman, Harry Escott
- Distribuidora: Alta
- Estreno en España: 26.05.2006