Caminos cruzados

Caminos cruzados: Sergi vuelve a la carretera

Caminos cruzados | Manuel Poirier (Western) ha utilizado la novela de Ignacio Martínez de Pisón, Carreteras secundarias, para esta especie de road movie dramática, donde lo importante es la relación entre un padre y su hijo, que deambulan en un viaje en busca del sentido de sus vidas y de la felicidad. Ambos forman una peculiar pareja de la que se nos van dando claves poco a poco, sin desvelar toda su vida al instante, manteniendo así su misterio.

En Caminos cruzados, Víctor (Sergi López) y Félix (Kevin Miranda) son dos personas sin raíces, que vagan por Francia buscando un sitio donde acomodarse. Al principio no se comunican, porque no se entienden; además Félix se encuentra en la difícil etapa de la adolescencia y se transmiten todo con la mirada y el silencio, que en muchas ocasiones es más dramático que la palabra.

Poirier no aporta ninguna novedad sobre la película que ya se estrenó en España en 1997 bajo el título homónimo de la novela, Carreteras secundarias, donde Antonio Resines y Fernando Ramallo compartían cartel bajo las órdenes de Emilio Martínez-Lázaro.

Poirier ha cambiado la ubicación de la historia, trasladándola desde la España de finales del franquismo hasta la Bretaña actual. El director francés se atreve por primera vez con una adaptación y la interioriza. Esta película es una muestra más de la intención del cineasta de exteriorizar todas las cosas que le preocupan, sin importarle si lo que hace es comercial o no.

Sergi López (La curva de la felicidad)vuelve a exponerse bajo las órdenes de un director francés. En este caso Poirier le ofrece de nuevo un papel protagonista a este catalán que no oculta ni teme a su acento español.

Caminos cruzados (Chemins de traverse)

Francia, España, Italia, 2004