Caperucita Roja (¿A quién tienes miedo?)

Caperucita Roja (¿A quién tienes miedo?): Caperucita y el hombre lobo

Caperucita Roja (¿A quién tienes miedo?) comienza mostrando un decorado de ensueño, kilómetros de bosques y montañas nevadas, algún castillo, y luego vemos a la pequeña Valerie jugando con su amiguito Peter, en los límites de un pueblo de cuento de hadas, sin espacio ni tiempo. En un simple cambio de plano aprendemos que esos niños han crecido, ahora son Amanda Seyfried y Shiloh Fernandez, y siguen enamorados. Pero él es un simple leñador, y los padres de Valerie quieren que ella se case con Henry, el mejor partido del pueblo.

Entonces aprendemos que el pueblo vive bajo el terror de un hombre lobo, y que cada luna llena le entregan un animal, para que deje tranquilos a los habitantes del pueblo. Pero algo ha pasado, el licántropo mata a la hermana de Valerie, los habitantes del pueblo piden ayuda al Padre Solomon (Gary Oldman), famoso cazador de hombres lobos, quien pondrá al pueblo bajo su ley, y les explicará que el hombre lobo vive entre ellos, es uno de ellos.

Caperucita Roja es un cuento popular con moraleja: los niños no deben hablar con desconocidos. Desde que se publicó en el siglo XIX, ya fuera por los hermanos Grimm o por Perrault, ha conocido cientos de versiones, más o menos moralizantes, más o menos curiosas; desde los ingenuos dibujos de Disney hasta la terrorífica versión de Neil Jordan, En compañía de lobos.

La versión actual viene de las manos de Catherine Hardwicke, realizadora de Thirteen y de Crepúsculo, ambas obras de temática adolescente. La Caperucita de Hardwicke tiene bastantes elementos comunes con la última: primero el tema central es el romance de la adolescente, y sus dudas sobre a quién elegir, y la sospecha de que su amado pueda ser un hombre lobo; además la ambientación y la fotografía, sobre todo en el bosque, recuerda el tono misterioso de los bosques por los que paseaban los McCullen. Pero ahí se acaban los parecidos, rápidamente la película se convierte en un simple terrorífico divertimento que no conduce a ninguna parte, pero que lo hace con toda la seriedad del mundo.

Cabe decir que Hardwicke saca partido de sus actores, y resuelve con oficio las situaciones y momentos de acción que le ha deparado el guionista, pero no logra salvar la película de su absurda inanidad.

Lo mejor: Un gran reparto.

Lo peor: Historia sin ni pies ni cabeza.