Capitán Abu Raed: Humanismo jordano

Amin Matalqa, el director de esta pe­lícula, creció en Estados Unidos y estudió cine en el American Film Institute de Los Angeles. Nada más acabar su formación académica, Matalqa se propuso regresar a Jordania, país del que tu­vo que emigrar cuando sólo contaba con trece años, para rodar su opera prima. La vuelta a las raíces se deja ver en las localizaciones utilizadas, no así en el fondo y la forma del filme, mucho más cercanas a la tierra en la que se hizo como cineasta. Para que nos entendamos, Capitán Abu Raed tiene mucho más en común con Clint Eastwood que con toda la filmografía de la saga iraní de los Makhmalbaf. Es más, es curioso lo mucho que se parece la cinta en su temática y líneas argumentales a Gran Torino, lo último estrenado por East­wood. A ambos directores les separa la friolera de 46 años y, aunque pueda sonar a boutade, a ratos la obra del menor consigue superar a la del mayor.

Abu Raed (Nadim Sawalha) es un anciano viudo a punto de jubilarse que se ha pa­sado la vida barriendo los suelos del aeropuerto de Ammán. Sin motivaciones ya en la vida, Raed espera plácidamente a la muerte encerrado en sí mismo y en sus libros. Por circunstancias del azar, los niños del humilde barrio en el que vive empiezan a creer que él en realidad es piloto y comienzan a acosarle para que les cuente historias de sus viajes. A pesar de una inicial reticencia, Raed tira de inventiva para acceder a las peticiones de sus nuevos admiradores, lo que al final le llevará a inmiscuirse directamente en la vida y en los problemas de alguno de ellos.

Como casi se podría prever leyendo el argumento, la película es una propuesta vitalista sobre envejecer dignamente. Es eso, sí, pero también habla sobre el sacrificio, la redención, la humildad y la nobleza. Todo con una ausencia total de maniqueísmo, presentando a personajes con muchas aristas y manteniendo una honestidad brutal en el conjunto, incluso cuando se mete en terrenos pantanosos como los de la crítica social, abordada con una inteligente ironía. Honestidad que se mantiene también en la realización, donde se hace uso de una gran variedad de recursos formales (ahí es donde más se nota el distanciamiento con el cine que nos suele lle­­gar de Oriente Medio), pero sin caer en el exhibicionismo gratuito. En fin, poco más se le puede pedir a un debut cinematográfico. A mí me ha sorprendido y llegado más que Gran Torino, y eso ya es decir mucho. Ganó, por cierto, el premio del público en el pasado festival de Sundance.

Ficha Técnica

  • País: Jordania (Captain Abu Raed, 2007)
  • Fotografía: Reinhart Peschke
  • Montaje: Laith Al-Majali
  • Música: Austin Wintory
  • Duración: 102 min.
  • Público adecuado: Jóvenes
  • Distribuidora: Golem
  • Estreno: 20.III.2009
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