Casa de los babys

Casa de los babys: Anhelo de maternidad

En Casa de los babys seis mujeres norteamericanas hospedadas en un hotel sudamericano a pie de playa esperan la resolución de un expediente que les permita adoptar a un niño de un orfanato regentado por unas monjas. El di­rector norteamericano de 54 años John Say­les se ha labrado una gran reputación con películas como Lone star, Passion fish, El secreto de la isla de las focas y Hombres armados. Tiene Sayles una es­pecial habilidad para envolver sus historias en una atmósfera muy sugestiva, que obliga al espectador a involucrarse en las tramas.

Casa de los babys ha­ce un uso muy inteligente de un reparto mix­­to (norte y sudamericano) que mezcla de continuo el inglés y el castellano, en un rodaje que ha tenido como localización fundamental la localidad mejicana de Acapulco. La in­tención no es otra que propiciar un encuentro entre dos mundos muy cercanos y muy distantes, el de la abundancia y el bienestar, y el de la pobreza y la precariedad, ca­da uno con distintas frustraciones y anhelos de felicidad.

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Sayles escribe un guión que da lugar a un puñado de situaciones muy brillantes y emotivas, pero no logra esta vez desarrollar el argumento con la suficiente intensidad dramática para atrapar al espectador y metérselo en el bolsillo.

Un manojo de excelentes actrices se luce en todo momento, la puesta en escena es mag­nífica, como la fotografía y la música. Pe­ro falta pellizco y sobran diálogos: cuando lle­ga el final parece como si fuera abrupto, co­mo si se hubiese acabado el dinero, como si la película se dejase como un cuadro que no acaba de convencer, aunque tiene pinceladas notables e incluso maestras.