Cerrando el círculo: Con olor a despedida

Richard Attenborough, director y actor británico de 84 años, ha creado con Cerrando el círculo un melodrama bélico que cuenta una historia de amor entre una mujer y tres amigos pilotos de bombarderos en la Segunda Guerra Mundial.

El guión de Peter Woodward -se nota mucho que es su ópera prima- salta constantemente de 1991 a 1943 para narrarnos una historia absurda y ñoña a ambos lados del Atlántico, que se va desgranando de forma tediosa y sensiblera. A esto hay que sumar el tono académico de Attenborough, que vuelve a hacerse presente en una realización excesivamente mecánica y falta de energía que da la sensación que hubiera rodado con una bayoneta en los riñones.

Por su parte, los actores hacen lo que pueden con unos personajes enclenques y artificiales. A veces están ridículos, especialmente la veterana Shirley MacLaine (Carolina) y la joven Mischa Barton (El último suspiro) -que interpretan a la misma mujer en los dos tiempos planteados-, un personaje mal construido que padece además el capricho de unos desnudos que son pura manifestación de impotencia por parte del guionista y el director.

Si observamos sus tres últimas películas (En el amor y en la guerra, 1996; Búho gris, 1999), debería ser verdad que Attenborough ha cerrado el círculo. Como director, claro.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Roger Pratt
  • Montaje: Lesley Walker
  • Música: Jeff Danna
  • Duración: 118 min.
  • Público adecuado: +18 años (X)
  • Distribuidora: Manga
  • Reino Unido (Closing the Ring), 2007
  • Estreno: 14.3.2008
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