Chaos Walking

Chaos Walking: Llega una mujer en 2257

· Crítica de Chaos Walking | Estreno 30 de abril de 2021.
· Aventura adolescente de ciencia-ficción retro-futurista.

En un futuro no muy lejano (2257 d.C), el joven Todd encuentra a Viola, una enigmática chica de su edad que se ha estrellado cerca de su pueblo, Prentisstown, donde todas las mujeres han desaparecido y los hombres están afectados por «el ruido» -una fuerza que exhibe todos sus pensamientos-. En un entorno tan peligroso, la vida de Viola se ve amenazada y al prometer Todd protegerla, deberá descubrir su propia fuerza interior y revelar los oscuros secretos del planeta.

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Así describe esta historia la productora de la película, dirigida por el veterano Doug Liman (El caso Bourne y Al filo del mañana) con guion de Patrick Ness (Un monstruo viene a verme) que, con la ayuda de Christopher Ford (Spiderman: Homecoming, Un amigo para Frank), adapta la primera novela de una trilogía que lleva por título El chuchillo en la mano.

Ya es conocida hollywoodiense la afición por las sagas cinematográficas. La que ahora se inicia presagia tres películas, indicando que la serialidad en su versión cinematográfica especialmente destinada a niños y adolescentes funciona porque, entre otros muchos motivos, exige menos esfuerzo para instalarse en mundos de ficción distópicos.

Chaos Walking se estrenó en Estados Unidos hace 50 días y ha hecho hasta el momento 22 millones, pocos para los cerca de 100 que ha costado, pero veremos…

La aventura propuesta se desarrolla en localizaciones de montaña boscosa en Quebec fotografiadas por el neozelandés Ben Seresin (Guerra Mundial Z) con la casi inevitable Arri Alexa 65, que proporciona esa nitidez de imagen que a mí, por lo general, no me gusta demasiado, salvo que en pospro se etalone con mucho tino. El rodaje en 2017 tuvo que completarse en 2019 con escenas localizadas en Georgia (Atlanta) porque los screening dejaron bastantes dudas sobre la carburación de la película.

El casting es vistoso con dos jóvenes actores (Holland y Ridley) que necesitan urgentemente darse cuenta de que sus registros no pueden parecerse tanto a los de películas anteriores como Spider-Man y Star Wars (quizás Marco Beltrami, que mete la quinta una vez más, no sea el mejor para animarles). Mads Mikkelsen tiene mucho carisma y su villano está muy bien, en un mundo que se parece al de los poblados de buscadores de oro en las montañas norteamericanas en el siglo XIX.

Robert Zemeckis es productor de una película que, sin ser apasionante, incluye buenas secuencias de acción y sabe ser una amena aventura adolescente que conjuga nuevamente el femenino singular. Esa trama tan empleada requiere un comentario más detenido, pero lo dejamos para otra vez porque tengo que escribir la interesante El fotógrafo de Minamata, protagonizada por un actor llamado Johnny Depp, que como saben exige de mí unos titánicos esfuerzos de ecuanimidad.