Columbus: Forma y fondo en equilibrio
El séptimo arte necesita la aparición de cineastas superdotados con cierta periodicidad. Cuando las inercias van instalándose en algún ámbito de creación artística, surgen renovadores que aparecen con un lenguaje diferente. Tienen todas las lecciones aprendidas de sus antecesores, pero prefieren explorar nuevos territorios. El ejemplo más claro es el de Orson Welles. Ya era un genio de la radio y el teatro cuando en 1941, con 24 años, realiza Ciudadano Kane, una película que cambiará el cine para siempre.
Los cineastas que ruedan películas extraordinarias en sus comienzos siguen estando muy presentes en la actualidad. En España tenemos varios casos muy recientes: Rodrigo Sorogoyen (Stockholm), Carla Simón (Verano 1993), David Arratibel (Converso) o Pablo Berger (Blancanieves). Y Hollywood acaba de alumbrar uno de los directores que marcará el cine del siglo XXI: Damian Chazelle, 33 años: Whiplash, La La Land.
Kogonada ha llegado al cine después de dedicar varios años a analizar e interpretar el séptimo arte desde la enseñanza universitaria y la videocreación. En su página web (kogonada.com, no tiene pérdida) ha instalado un museo gratuito impagable. Este cineasta nacido en Corea del Sur y emigrado a Estados Unidos se ha especializado en montajes breves sobre creadores tan dispares como Terrence Malick, Quentin Tarantino, Robert Bresson, Yasujirō Ozu o Wes Anderson.
Hay uno de estas ediciones que me parece muy representativo. Se titula ¿Qué es el neorrealismo? (2013). El director surcoreano elige como muestra una de las películas menos reconocibles de Vittorio De Sica: Estación Termini (1953), un encargo personal del invasivo productor norteamericano David O. Selznick para la mayor gloria de Jennifer Jones, su mujer en aquellos momentos. Esta primera y última aproximación del director italiano a Hollywood fue una de sus peores experiencias que terminó de la peor manera posible. Después de pelear durante meses por rodar la película que él pretendía, tuvo que ver cómo Selznick mutilaba su creación quitándole media hora del metraje original. Kogonada compara las dos versiones de la película para mostrar cómo el neorrealismo daba más importancia a los pequeños detalles de la gente anónima que al ritmo y claridad de la película. Una manera muy original de explicar el neorrealismo sin recurrir a títulos emblemáticos como Ladrón de bicicletas o Roma, citta aperta, comparando esta escuela con el estilo del cine clásico de Hollywood.
«Cuida de tu madre»
En el sensacional proceso reducido con el que comienza La fuerza del cariño (James L. Brooks, 1983), un personaje secundario dice a la pequeña huérfana: «Cuida de tu madre». Toda la película tratará sobre cómo Emma (Debra Winger) tendrá que cuidar y soportar las excentricidades hiperafectivas de Aurora, su madre (Shirley McLaine). Este perfil de adultos inmaduros que absorben la vida de sus hijos es muy recurrente en el cine y las series actuales. Un reflejo lógico de una época en la que se han desvirtuado los conceptos de familia, autoridad y filiación. Solo hace falta asomarse a la filmografía de Jason Reitman para entender la importancia de esas carencias: Juno (2007), Up in the air (2009), Hombres, mujeres y niños (2014).
Jin (John Cho) y Casey (Haley Lu Richardson) viven atados a la sombra de sus padres. Ella es joven y culta y su madre trabaja en el servicio de limpieza de una gran empresa. Él es un profesional de prestigio que lleva años sin ver a su padre, un arquitecto de fama mundial que acaba de entrar en un estado de coma.
Kogonada logra un equilibrio complejísimo entre forma y fondo al desarrollar esta amistad con diálogos breves y planos bellísimos de una arquitectura que también habla y define a sus personajes. «Saber mirar es saber amar», decía uno de los personajes fundamentales de Canción de cuna (José Luis Garci, 1994), y eso es lo que pretende el luminoso personaje de Casey. En sus paseos con Jin le muestra la cara desconocida de su distante padre: la personalidad y expresión de su obra artística. Lo que fácilmente podía caer en una relación simple y banal de un adulto y una adolescente es una amistad madura y complementaria. Casey también tiene que curar una herida, pero ella no tiene que volver al padre sino que deja a su madre para empezar los estudios de arquitectura. Jin deberá quedarse a cuidar de su padre y Casey tendrá que buscar su vida lejos de Columbus. Pero no es una decisión fácil.
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Ficha Técnica
- Dirección: Kogonada,