Combustión

Combustión: En busca del espectador más básico

Combustión: Calparsoro dirige una cinta con coches, golpes, minifaldas… y ya.

Un grupo de ladrones se dedican a dar golpes utilizando como cebo a una joven seductora. El problema vendrá cuando ella se enamore de la víctima y la víctima del modus vivendi de los atracadores. Daniel Calparsoro rueda un producto convencional 100%: velocidad, coches, sexo y poco más. Las escenas de acción no están mal: hay habilidad para destrozar coches con cierto estilo y la fotografía funciona pero el resto de la historia es flojo, con personajes acartonados, diálogos simplones y una dirección de actores pésima.

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No hay problema en hacer cine comercial, todo lo contrario, y menos en un momento en que la taquilla pide euros como el comer. Pero molesta un poco que el gancho al espectador sea tan básico… o, mejor dicho, que se piense en un espectador muy básico para “armar” la película. Las escenas de acción no están reñidas con una buena historia y un guión mínimamente trabajado.

En definitiva, un producto mediocre, muy por debajo de su anterior película, Invasor.