Copia certificada: Elogio de la palabra
El cineasta iraní Abbas Kiarostami triunfa en Cannes con esta revisión de una película de Rossellini.
Nombrar a Abbas Kiarostami significa nombrar al cineasta iraní más reconocido, a uno de los directores orientales más premiados y celebrados, a uno de los incondicionales en cualquier festival que se precie y, finalmente, a uno de los realizadores más temidos por el público: Kiarostami, con sus narrativas sobre la anécdota, sus silencios, sus interminables planos fijos y su hermetismo es capaz de dormir a las ovejas.
Por eso, lo primero que hay que decir es que Copia certificada, siendo Kiarostami cien por cien, no parece de Kiarostami. Quizás porque el realizador iraní lo que hace en realidad en esta cinta es demostrar su teoría sobre el arte y el valor de las copias “copiando” una película de Rossellini, en concreto Viaggio in Italia (Te querré siempre). Como en el título del emblemático cineasta italiano, Kiarostami sigue el viaje a Italia de un hombre y una mujer para hablar de la fragilidad del amor, del papel de los sentimientos, del matrimonio y el peligro de la rutina, de lo difícil que es comunicarse aunque se hable mucho. Como apunte curioso y quizás de crítica-ficción, pienso que el inquietante modo de cerrar la película es sólo un recurso de Kiarostami para que el espectador acuda a la original. En un tono radicalmente distinto, el final es el mismo. Jugada maestra, de un maestro.
La estructura de la cinta es la misma que la de la película de Richard Liklater Antes del amanecer: una larga conversación. Un dilatado tanteo de dos personas que un día se entendieron y que ahora hablan idiomas diferentes (tema por cierto, el del idioma, que se maneja con una maestría similar a la que demostró Manoel de Oliveira en Una película hablada, una cinta no tan distinta a ésta). A una pregunta sigue una respuesta, a una réplica brillante un silencio, a una observación atinada un apunte vulgar. La conversación fluye a ratos entrecortada y a ratos a borbotones. A veces el tono es festivo, otras dramático, y las más, indiferente. El diálogo de los dos protagonistas nos aporta datos de interés y datos insignificantes, se repiten frases, se omiten hechos, se disimula. Los dos personajes juegan con las palabras, se hieren, se elogian, se describen, se mienten, se manipulan, se aman. A través del lenguaje recuerdan, proyectan, sienten, conocen y viven una tormentosa relación dos amantes que apenas se rozan en toda la película.
Todo este juego, este artificio, este drama etéreo (pues no hay nada más etéreo que el lenguaje) sería imposible plasmarlo en la pantalla sin una pareja de actores fuera de lo común y, en este sentido, la francesa Juliette Binoche da un auténtico recital interpretativo, que se premió en Cannes con una merecida Palma de Oro a la mejor actriz. Es complicado interpretar papeles que abordan diferentes registros dramáticos en una misma película, pero cambiar de registro en un plano secuencia es algo que sólo hacen los más grandes, y no todos. A su lado, la solvente interpretación de William Shimell sólo parece correcta (en el cine todo es cuestión de con quién compares).
Para algunos, y entre ellos me cuento, no hay nada mejor en el cine que un buen diálogo, si es interesante. Dicho esto, reconozco que habrá también alguno a quien observar cómo hablan y pasean dos desconocidos le resulte tan aburrido como ver al hombre que bajaba y subía de la montaña en El viento nos llevará, o el recorrido interminable del suicida de El sabor de las cerezas. En este sentido, Copia certificada sigue siendo una película de minorías. Una joya para unos pocos.
Ficha Técnica
- Dirección: Abbas Kiarostami,
- Guion: Abbas Kiarostami,
- Intérpretes: Juliette Binoche, Jean-Claude Carrière, William Shimell, Agathe Natanson, Adrian Moore,
- Fotografía: Luca Bigazzi
- Montaje: Bahrman Kiarostami
- Dirección artística: Ludovica Ferrario
- País: Francia/Italia
- Duración: 106 m.
- Público adecuado: +16 años
- Distribuidora: Wanda
- Estreno: 29.10.2010
COPIE CONFORME, 2010