Cravan vs. Cravan: La puerta que abrió Guerín

Jóvenes realizadores catalanes empiezan su carrera en el cine documental a partir de los cimientos asentados por autores más veteranos. Mucho tiene que ver en esta historia el Master en Documental de Creación de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, donde Lacuesta (Gerona, 1975) realizó en 2000 el cortometraje Caras vs. Caras, anteproyecto de Cravan vs. Cravan. En construcción la muy galardonada película de José Luis Guerín, es otro fruto de ese Master, en el que Guerín es docente. La búsqueda de nuevas posibilidades para el género documental, hasta hace no muchos años considerado menor, caracteriza a estos realizadores.

Arthur Cravan (1886-1918), sobrino de Oscar Wilde, boxeador, poeta dadaísta, conferenciante, editor, marinero, mamporrero y mil cosas más, puso por obra aquel axioma del autor de El retrato de Dorian Gray: la vida debe ser arte. La extravagante vida de Arthur Cravan (nacido Fabian Avenarius Lloyd) no ha atraído a escritores y novelistas, aunque hay un manojo de referencias y anécdotas dispersas, algunas de las cuales la película ha querido reunir. La falta de rigor de los testimonios y la disparidad de criterios entre los escasos conocedores de la vida de Cravan permite a Lacuesta la muy cinematográfica carta de la ambigüedad que da lugar a un sugestivo tinte de falso documental. No en vano, el propio Cravan -precursor de las hoy tan de moda performances– mentía a menudo sobre su vida, hasta el punto de haber propagado la noticia de su muerte para permitirse una resurrección.

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Un investigador del gremio

La sabia elección, como conductor de la indagación de la vida y milagros de Cravan, del francés Frank Nicotra, realizador y excampeón europeo de boxeo, introduce un puente que permite una cercanía emocional que no se hubiera logrado de otro modo y que acaba cautivando al espectador. Narrar la vida de un hombre del que se llega a dudar que haya existido, del que apenas hay imágenes, requiere una labor de documentación muy trabajosa, que ha permitido un guión tremendamente original. Desde París a Barcelona se van mostrando los paisajes urbanos por los que Cravan exhibió sus excentricidades (insultó a Gide, le quitó la esposa a Hayden, compartió barco a Nueva York con Trostky, formó trouppe con Picabia, Delaunay, Man Ray y Duchamp) que comentan los volatineros de un modesto circo parisino, un sentencioso poeta, mago y empedernido jugador de billar de las Ramblas, un anciano que siendo tierno infante asistió al combate entre Cravan y el campeón del mundo Jack Johnson en la Monumental barcelonesa, un manojo de exboxeadores catalanes que defienden ese deporte, son sólo algunos de los extraordinarios personajes, que dotan a la película de una mágica irrealidad real. La visión de la Ciudad Condal que registra Lacuesta (nocturna, simpática, culta, moderna y antigua a la vez) permite retrotraerse en el tiempo, a los años 10 del pasado siglo.

Un joven de 27 años se ha atrevido a enfrentarse a una ópera prima de naturaleza documental poniendo el foco sobre un tema extraño y desconocido, novedoso y exótico. Que Lacuesta haya logrado los apoyos necesarios es una magnífica noticia que honra a los que han metido dinero y confianza en este proyecto.

Ficha Técnica

  • País: España
  • Fotografía: Gerardo Gormezano
  • Montaje: Domi Parra
  • Música: Víctor Nubla
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