Crepúsculo

Catherine Hardwicke lleva a la pantalla grande el primer episodio de la popular saga de vampiros escrita por Stephenie Meyer

Crepúsculo (2008)

Crepúsculo: Un best-seller devora taquillas

Crepúsculo es el primer libro de una saga escrita por Stephenie Meyer, una americana mormona de 34 años licenciada en literatura inglesa por la Universidad Brigham Young. La serie -que cuenta el romance imposible entre Bella, una joven patosa, y Edward, un vampiro- lleva más de 17 millones de ejemplares vendidos y se ha convertido en una especie de fenómeno entre los adolescentes, chicas sobre todo, un público al que le resulta difícil leer y que, sin embargo, han devorado -nunca mejor dicho- estos libros que tienen una media de 600 páginas.

Aunque la novela es floja, había material y espectadores suficientes para hacer una película de rápido y amplio consumo -70 millones de dólares en USA el primer fin de semana-, y eso es lo que ha hecho Catherine Hardwicke; trasladar el popular best-seller a la pantalla lo mejor que ha podido y con la mayor fidelidad al texto. Hardwicke ya se había acercado con buena fortuna al universo adolescente en dos de sus películas (Thirteen y Los amos de Dogtown).

El problema ahora es que lo que en la novela funciona más o menos -la mezcla de romanticismo, terror e historia de maduración-, en la película chirría. Da la sensación de que Hardwicke se ha encontrado con serios problemas al trasladar el libro a la pantalla (desde el modo de incorporar los innumerables pensamientos de Bella hasta la caracterización de Edward, que en la novela es un personaje sumamente atractivo y en la película da grima) y ha decidido tirar por la calle de en medio, rodando una película convencional, que se deja ver y que no enfadará demasiado a los fans de la saga pero que no aporta demasiado ni desde el punto de vista de la historia ni desde la realización audiovisual (muy plana y en ocasiones casi televisiva).


Quizás lo que más echen de menos los lectores sea una mayor caracterización de los personajes y el humor, presente en la novela y casi inexistente en la película. Sí recoge Hardwicke el tono sensual, a ratos morboso, por la confusión entre el deseo de sangre y el deseo sexual, que aparece en la saga de Meyer.

El éxito en la taquilla americana confirma que los productores de la saga habían hecho bien los cálculos al obligar a firmar a los actores su participación en la trilogía. El segundo capítulo de la serie –Luna Nueva– tiene ya fecha de rodaje: marzo de 2009.

Ficha Técnica

  • País: EE.UU. (Twilight, 2008)
  • Eliott Davis
  • Nancy Richardson
  • Carter Burwell
  • Aurum
  • 122 minutos
  • Jóvenes-adultos
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