Barton Fink

Formalmente, Barton Fink -ganadora de la Palma de Oro de Cannes en 1991 y, al mismo tiempo, la película de los hermanos Coen preferida por críticos de muy diverso ideario- es un prodigio de arte cinematográfico

Barton Fink, de Joel y Ethan Coen

Barton Fink: El ambiente irreal de los Coen

Barton Fink | Su primer gran éxito en un teatro de Broadway abre al joven autor Barton Fink (John Turturro) las puertas de Hollywood. Estamos en el año 1941 y trabajar para uno de los grandes estudios es el sueño de los autores de teatro e incluso de escritores consagrados. Barton recibe de Capitol Pictures el encargo de elaborar el guión para una película de lucha libre; sin embargo, en la habitación del hotel, sentado ante la máquina, no consigue pasar de la primera frase. Barton busca ayuda en un célebre autor, ahora sumido en el alcoholismo: W.P. Mayhew -un trasunto de W. Faulkner– y en la secretaria y amante de este, Audrey (Judy Davis). La soledad y la desesperación hacen presa en Barton, quien comienza a vivir una pesadilla en la que el cordón umbilical con la realidad será su vecino Charlie Meadows (John Goodman).

Formalmente, Barton Fink -ganadora de la Palma de Oro de Cannes en 1991 y, al mismo tiempo, la película de los hermanos Coen preferida por críticos de muy diverso ideario- es un prodigio de arte cinematográfico: los puntos de vista que subrayan la perspectiva del protagonista, los largos movimientos de la cámara y detalles grotescamente amplificados, los encuadres fuera de lo común y una elaborada maestría en el tratamiento de la luz contribuyen a crear un ambiente en ocasiones onírico e irreal. Los hermanos Coen son, ante todo, maestros en ambientación, además de destacar en la dirección de actores: con ningún otro director actúan tan prodigiosamente John Turturro y John Goodman.

Al mismo tiempo, este film supone una dura sátira -sin acritud cáustica- del «sistema Hollywood», con sus todopoderosos y analfabetos jefes de los estudios, los neuróticos productores, los subalternos aduladores y los guionistas hacinados en habitaciones una junto a la otra, como una batería de gallinas ponedoras. No obstante, Barton Fink ofrece también una lectura más universal por tratar las relaciones entre el arte y la vida, que muestra un interesante paralelismo con Balas sobre Broadway de Woody Allen, así como cuestiones humanas como la soledad y el aislamiento.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Roger Deakins 
  • Música: Carter Burwell 
  • País: EE.UU.
  • Año: 1991
  • Duración: 113 minutos
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