Larga vida y prosperidad

Solidaridad y esperanza

· Muy acertadamente atempera Lewin los momentos más serios de Larga vida y prosperidad con otros amables, e incluso cómicos -sin estridencias- y termina de forma esperanzadora.

Wendy es una joven especial, es autista, vive en una residencia para personas con alguna discapacidad. Solo tiene un familiar, una hermana mayor, casada y desde hace poco, madre. Wendy trabaja en una pastelería, teje incansablemente y absorbe música y la serie Star Trek. Cuando se entera de que la Paramount ha organizado un concurso de guiones sobre su serie favorita, decide participar y escribe un gran guion; entregarlo a tiempo será un gran problema, un desafío mayor que el escribirlo.

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Ben Lewin, guionista, documentalista y director -casi siempre independiente- cuenta un pequeño viaje y lo convierte en un viaje iniciático universal, en una metáfora; muestra el mundo visto por un autista y el autista visto por el resto del mundo y habla de crecer y del sentido de la vida.

La puesta en escena de Larga vida y prosperidad tiene un estilo documental e indie que le favorece; la cámara en mano, a menudo subjetiva, implica directamente al espectador y le hace no solo empatizar con la protagonista y su particular empeño -conseguir que el guion llegue a tiempo a su destino-, sino darse cuenta de sus problemas y necesidades, lo que provoca bastante inquietud, pero también un enorme sentimiento solidario. Muy acertadamente atempera Lewin los momentos más serios con otros amables, e incluso cómicos -sin estridencias- y termina de forma esperanzadora.

Dakota Fanning da un recital que demuestra, para los escépticos, que sigue siendo una gran actriz, a quien da réplica una excelente Toni Collette.