Cruzando el puente: los sonidos de Estambul

Cruzando el puente: los sonidos de Estambul | Raíces musicales

Tras la realización de una película tan dura y descarnada como Contra la pared (2004), el director alemán de origen turco Fatih Akin (Hamburgo, 1973) cambia completamente de registro para presentarnos un documental de 90 minutos que deambula por las calles de Estambul en busca de sus ritmos.

La argucia narrativa viene dada por la presencia del bajista de la mítica banda alemana Einstürzende Neubauten, Alexander Hacke, que quedó embrujado por la ciudad cuando participó en la banda sonora del filme Contra la pared.

A medida que el bajista va capturando los sonidos de Estambul en su ordenador portátil, permite al espectador entrar en un universo a medio camino entre dos culturas, sin pertenecer exactamente a ninguna de las dos. Precisamente el título de su interesante propuesta hace alusión a esa situación geográfica tan peculiar que propicia que la ciudad esté dividida por el estrecho del Bósforo entre Oriente y Occidente. A través de grupos de pop, de rock, de hip-hop, de rap, de música tradicional kurda o callejera, Hacke se da cuenta de la imposibilidad de un fiel reflejo de todas las tendencias artísticas de la ciudad, que toman de aquí y de allá sus influencias, siempre con una base autóctona que le da ese sonido tan excepcional y rico.

La película sirve también para hacer un recorrido histórico por las grandes figuras que han marcado los nuevos caminos de la música turca. Con una banda sonora llena de matices y múltiples contrastes, el director juega con lo diegético y lo no-diegético en una borrachera auditiva que seduce y atrapa al espectador desde el primer minuto. Al ser la banda sonora el verdadero hilo conductor, en ocasiones da la sensación de que la cinta avanza casi al azar. Consciente de la imposibilidad de plasmar toda la diversidad de la ciudad, Hacke confiesa que es imposible registrar los sonidos de Estambul y que sólo ha conseguido hacer una mera aproximación a su superficie. No obstante, se ha de destacar la magnífica labor de producción del documental, que ha conseguido la colaboración de figuras tan relevantes como Orhan Gence­bay, Müzeyyen Senarm o la voz de Estam­bul, Sezen Akzu.

A través de imágenes de archivo, extractos de películas de los años 70 y, por supuesto, de la presencia constante y hermosa de la ciudad como telón de fondo, Fatih Akin vuelve a sus raíces y nos regala sus sonidos.