De Nicolas a Sarkozy

De Nicolas a Sarkozy: La conquista

Un buen retrato de la conquista del poder en Francia por un político tenaz llamado Sarkozy. 

Esta película no es un ajuste de cuentas (El escritor, de Polanski) ni una farsa desme­lenada (Il caimano, de Moretti). Su títu­lo español es un espanto. El original es muy bue­no, porque lo que se cuenta es algo abstrac­to, la conquista del poder por un políti­co tenaz, que se empeñó en ser presidente y lo logró.

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A pesar de ser bajito, de sus problemas ma­trimoniales, de su mal carácter, de la opo­sición dentro de su partido, de las circuns­tancias…

La cinta, con buen criterio, no se mete en su vida privada, cosa de agradecer por el sen­cillo motivo de que está vivo y es el actual presidente francés. El retrato de Chirac es formidable. Lo que se cuenta es, a ratos, te­dioso y reiterativo, sin glamour: supongo que como en la política real. Pretender que la película sea funny & cool es de simples: la política de partidos de las democracias occi­dentales está podrida. Mucho. Opino.

Xavier Durringer ha hecho mucha serie y TV movie y se le nota. Normalmente habría que añadir: para mal. Pero no es el ca­so, porque, insisto, a esta historia le viene bien el aire televisivo, una planificación hu­milde, cierto aire cutre. Porque de lo con­trario llega la épica y se pierde lo necesa­rio, lo importante. La batalla de un tipo ro­deado de su mesnada para convertirse en el amo del cotarro. La historia, vieja como el mundo, del afán de poder. Los detalles, por ejemplo los motivos de su distanciamien­to de Cecilia, su segunda mujer, quedan hilvanados, pero la verdad es que a mí me traen sin cuidado.

“La Historia debe ser sobre todo la pintura de un tiempo, el retrato de una época. Cuan­do ésta se limita a ser el retrato de un hom­bre o la pintura de una vida, sólo a medias es Historia”. Lo dejó escrito, dentro de un manojo de verdades de a puño, ese genio lla­mado Joubert.