Distancia de rescate

Distancia de rescate: Angustia embellecida y conjuros narrativos

· Crítica de Distancia de rescate | Estreno 8 de octubre de 2021 (disponible en Netflix desde 13 de octubre de 2021).
· La película compitió recientemente por la Concha de Oro en San Sebastián, con el reclamo del nuevo cine de mujeres.

La peruana Claudia Llosa (La teta asustada, No llores, vuela) vuelve a lanzarse a dirigir y escribir una película cargada de almas rotas, silencios incómodos y madres sufrientes. En la línea de sus películas anteriores, Distancia de rescate crea un ambiente asfixiante de mujeres angustiadas. En esta ocasión, pasea despacio por la línea que separa el drama y el horror. Llosa adapta la novela homónima de la argentina Samanta Schweblin, regresando a esas relaciones de maternidad y paternidad que, en el universo de la directora, bailan entre el amor y el miedo.

- Anuncio -

Dos madres en agonía constante por sus hijos son las protagonistas del relato. Por una parte, Amanda se traslada con su hija Nina a un pequeño pueblo argentino. Vive en continua tensión, midiendo la distancia de rescate, ese hilo tensionado entre la libertad y la seguridad con su hija. Amanda conocerá y quedará fascinada con Carola, que vive atormentada por los extraños sucesos que rodean la vida de su hijo David.

Llosa crea una atmósfera opaca y densa que cala hasta los huesos desde el mismo arranque de la película. Una misteriosa voz infantil interroga a una Amanda confusa y la anima a recordar los detalles. El marcado lirismo visual se encuentra, sin embargo, con algunos obstáculos narrativos, difíciles de superar. El tono de la cinta, en el que lo mágico y lo realista se entrelazan gracias a la fabulosa interpretación de Dolores Fonzi y a una fotografía cuidada, parece dirigir al espectador hacia un final contundente que nunca llega. La narración se estructura en torno a ese inquietante y perturbador interrogatorio que, lamentablemente, va cayendo en el abuso de incertidumbres y el exceso de obviedades. Un juego poco ingenioso el de los flashbacks. Podrían haber funcionado siguiendo la lógica del misterio y la agonía, pero se arrastran con demasiada pesadez a lo largo de la cinta, llegando incluso a reiterar lo que la extraña voz del muchacho ya nos cuenta.

Distancia de rescate, que compitió por la Concha de Oro en San Sebastián, tenía el reclamo del nuevo cine de mujeres. Podía haber ofrecido una obra interesante y hermosa. Lástima que partiera de un material tan complejo y con difícil solución. Demasiados temas, engastados en un soporte hermoso, pero sin unidad ni equilibrio. La película, co-escrita junto con la autora de la novela, no sabe de renuncias y se precipita hacia un final desilusionante, alejándose sin remedio de esa distancia de rescate.