Dovlatov: Del deshielo a la niebla

· El ritmo de Dovlatov es moroso, como corresponde al tono del fil­me, pero cuenta con unos ágiles e irónicos diálogos, im­pregnados de la prosa y las palabras del escritor, que re­tratan el ambiente cultural del momento.

Serguéi Donátovich Dovlátov (1941-1990) fue un escritor y periodista ruso que emigró a los Estados Unidos tras ser expulsado de la Unión Soviética en 1978 por sus crí­ticas al régimen. En Nueva York desarrolló su obra li­te­raria -una docena de cuentos y novelas que tuvieron mu­cho éxito aunque no llegaron a los lectores de Rusia has­ta 1990- y fue redactor jefe del periódico ruso The New American. Es un autor de traducción y publicación li­mitada en España, así que este filme nos permite acercarnos más a su figura.

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La coproducción ruso polaca serbia Dovlatov, del director y guionista Alexey German Jr. (The last train, Pa­per Soldier, Under Electric Clouds), uno de los jóvenes di­rectores rusos más aclamados y reconocidos internacionalmente, abarca seis días en la vida de Sergei Dovlátov, en su lucha por seguir escribiendo en medio de la ca­liginosa y húmeda censura del gobierno de Brezhnev, en el Leningrado de los años 70.

Alexey German Jr. es hijo del cineasta soviético del mis­mo nombre -quien conoció a Dovlátov en los ambientes culturales de su época-, pero no llegó a leer al escri­tor hasta los 26 o 27 años. «En aquel entonces pensé que sería genial hacer una película sobre él, pero hasta 15 años después no pude entender realmente el valor de Dov­látov: uno de los símbolos imprescindibles del último cuarto del siglo XX. Es una pena que no tengamos más hombres como ese».

El director ha querido ambientar su película en los tiem­pos que recuerda de su propia infancia, con un Dovlátov que tiene aproximadamente la edad que él tenía cuan­do descubrió al escritor. Se trata, pues, de un viaje muy personal a la Rusia de las prohibiciones. «En los años 70 –dijo recientemente el realizador en el Festival de Cine Europeo de Sevilla– existía en Rusia mucha gente de talento: escritores, artistas, pintores. La densidad del ambiente cultural era infinitamente más elevado que aho­ra. Por otro lado, sufríamos una censura que parecía guateada, de algodón. No era la represión tan cruenta de antes, durante el deshielo, pero muchas personas no po­dían dedicarse a lo que les interesaba. Por ejemplo, una de las películas de mi padre fue prohibida durante 14 años».

El actor serbio Milan Marić encarna bien a un Dovlá­tov joven pero cansado, que simultanea su trabajo co­mo es­critor y como periodista en los astilleros con sus funciones de padre y esposo, y cuyas ilusiones y las de todos sus amigos intelectuales -como el poeta Iosif Brodsky- empiezan a flaquear. El director ha querido mostrar un escritor vivo, para ello cuenta un episodio concreto de su matrimonio y su familia.

El ritmo es moroso, como corresponde al tono del fil­me, pero cuenta con unos ágiles e irónicos diálogos, im­pregnados de la prosa y las palabras del escritor, que re­tratan el ambiente cultural del momento. Filmada en pantalla ancha, similar al cinemascope, tiene una ex­celente planificación que crea un efecto teatral que acen­túa la sensación de ahogo, y una maravillosa fotografía en sepias, intencionadamente poco contrastada, don­de la característica niebla de San Petersburgo parece hun­dir a esa juventud en el limbo de la sospecha y la de­sesperanza.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Lukasz Zal
  • Montaje: Daria Gladysheva, Sergey Ivanov
  • Diseño de producción: Elena Okopnayai
  • Duración: 126 min.
  • Público adecuado: +16 años
  • Distribuidora: Abordar
  • Rusia, Polonia, Serbia, 2018
  • Estreno: 17.5.2019
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