Drive: Un cuarteto magistral con sobredosis de estilo
Drive. La incursión del danés Nicolas Winding Refn en el cine norteamericano tiene un cartel de lujo y una apariencia llamativa que encandiló en Cannes y San Sebastián
Un conductor que de día hace de extra en películas y de noche hace trabajos sucios y anónimos es el protagonista de esta historia (Ryan Gosling). Su frialdad vital se tambalea cuando aparece Irene (Carey Mulligan), una mujer casada con un musulmán encarcelado.
Ganadora del premio al mejor director en Cannes y aplaudida en la Sección Zabaltegi del último festival de cine de San Sebastián, Drive es una película llamada a ser elogiada o discutida en términos radicales. Salvando las distancias, le sucede algo parecido a El árbol de la vida de Malick, la otra ganadora de Cannes. Las dos son películas de marcado sello personal, de un estilo visual que desde el primer plano pretende ser diferente. Hasta ahí, todo perfecto. Se agradece que haya riesgo e intentos de salir de las rutinas cinematográficas del momento. El problema es cuando la forma ahoga a los personajes y a la propia historia. Algo que, en mi opinión, sucede en las dos películas.
Drive comienza con unos títulos de crédito de color rosa sobre fondo negro. Casi nada. Por si fuera poco, empieza a sonar música electrónica de corte ochentero; la música la firma Cliff Martínez, pero la mayoría de los temas son de grupos actuales como Desire, The Chromatics o Collage Feat. Mientras tanto aparece Ryan Gosling (un actor enorme pero que en mi opinión desde Lars y una chica de verdad no ha acertado con la elección de sus personajes). Enfundado en una cazadora dorada con un escorpión cosido a su espalda, al protagonista de la película se le suman tres actores con mucho talento: Carey Mulligan (An education, Nunca me abandones), Christina Hendricks (la Marilyn Monroe pelirroja de Mad Men) y Bryan Carnston (el profesor de química protagonista de Breaking bad).
Por si fuera poco, el guionista es el iraní Hossein Amini (Jude, Las alas de la paloma). Con estos mimbres, está claro que la película tenía que brillar y en realidad hay momentos logrados en los que parece que estamos ante una obra importante. Pero como bien dice uno de los críticos de The New York Times, estamos ante una película “prisionera de su propio vacío”. Y es que efectivamente los personajes y la historia de Drive son un constante dejavu apoyado en miradas eternas, silencios y constantes ralentizados. Los actores hacen todo lo que pueden pero hay demasiadas escenas que no dejan de ser retazos de un estilo prestado de los Scorsese o Tarantino con algunos aportes del lenguaje publicitario (el beso en el ascensor no deja de ser un anuncio de chicles que dejan buen sabor de boca), que no esconden un vacío enorme en el esqueleto y el músculo del argumento.
El tramo final es especialmente denso y pretencioso con planos ultraviolentos y escenas artificiosas: la teatralizada y exhibicionista matanza en el prostíbulo, el afectado uso de sombras y luces en el clímax del parking… Si a eso se une que la relación de Carey Mulligan con el musulmán resulta bastante inconcebible, la cinta acaba resultando más que brillante, llamativa.
Unos dirán que es una obra de arte, otros que se trata de mostrar el vacío existencial… Para mí es el largometraje de un director que ha decidido entrar pisando fuerte. Y lo ha conseguido. Tiene previsto el estreno de tres películas en los próximos meses: dos con Gosling y una con Carey. Me parece que un sector de la crítica se ha puesto de rodillas con excesiva velocidad. Veremos…
Ficha Técnica
- Dirección: Nicolas Winding Refn,
- Guion: Hossein Amini,
- Intérpretes: Ron Perlman, Ryan Gosling, Carey Mulligan, Oscar Isaac, Christina Hendricks, Bryan Carnston,
- Fotografía: Newton Thomas Sigel
- Montaje: Mathew Newman
- Música: Cliff Martínez
- País: EE.UU.
- Duración: 100 m.
- Público adecuado: +18 años (varias secuencias de violencia, sexo)
- Distribuidora: Disney
- Estreno: 25.11.2011
DRIVE, 2011