Ejecutiva en apuros

Ejecutiva en apuros: Biónica Renée

Ejecutiva en apuros | Ejecutiva estilosa de la cálida Miami se traslada por motivos de trabajo a la rústica y helada Minnesota. No hay nada especialmente original ni vigoroso en esta comedia romántica con apuntes de sátira sobre el capitalismo desmadrado que coescribe el guionista de Sweet Home Alabama y dirige el danés Elmer.

La historia discurre con una cachazuda previsibilidad. El problema es que todo gira en torno a Renée… y Renée está sencillamente insoportable. No recuerdo un gesto, una sonrisa, una mirada… ¡natural!. Todos sus gestos están estirados de tal manera que uno tiene dudas de que detrás de tanto botox haya un ser humano y no un robot maligno empeñado en acabar con la carrera cinematográfica de una Zellweger que acaba de cumplir 40 años, cosa que no tiene nada de malo ni de humillante…

Si en Appaloosa ya era llamativo ver la diferencia entre sus gestos postizos y la soltura de Ariadna Gil, aquí uno no sabe cómo mirar a otro lado porque siempre está ella. Y lo peor es que parece no darse cuenta porque lejos de comedirse en su interpretación o hacer otro tipo de papeles acordes con su edad, Renée sigue empeñada en hacer lo que hacía antes, cuando era… humana.