El arma del engaño

1943 en Europa. Los aliados preparan el asalto a Sicilia. Tras el desastre de Dieppe, Churchill teme que el desembarco pueda acabar en una masacre. Para debilitar las defensas alemanas recurren a una operación de desinformación: se trata de convencer a Hitler de que el objetivo de los aliados es Grecia, no Italia. A este fin Ewen Montagu y Charles Cholmondeley, oficiales de inteligencia, diseñan una de las operaciones más extrañas de la guerra: soltar en las proximidades de la costa de Huelva -sí, Huelva- el cadáver de un oficial británico muerto, supuestamente ahogado, con una cartera llena de documentos. España es neutral, está llena de espías alemanes y aliados, y es inevitable que los alemanes se hagan con una copia de esos documentos. Queda por ver si se tragan el anzuelo.

John Madden (Shakespeare enamorado) reconstruye la Operación Carne Picada, episodio real de la guerra, adaptando un libro de Ben Macintyre. El guion es bueno: muy descriptivo, pero sabe hacerse ameno y no reducirse a un cuasi documental. Además de narrar los hechos los hace interesantes y les confiere la carga dramática y el suspense que tenían en su momento. Un romance convencional pero muy bien gestionado ayuda a avanzar la trama, que en este caso se desarrolla lejos de los campos de batalla.

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La crítica completa de esta película se encuentra en el nº 210 de la revista FilaSiete (Especial Hitchcock), que puedes adquirir por compra directa o por suscripción.