El clan de los rompehuesos

El clan de los rompehuesos: Sandler futbolero

El clan de los rompehuesos | Paul Crewe, célebre quarterback de un gran equipo de fútbol (americano), vende un partido, es atrapado, ve acabada su vida deportiva y -tras una peripecia- termina con los huesos en la cárcel. Casualmente los guardias de esa prisión tienen un buen conjunto de fútbol, y Crewe será el encargado de formar el equipo de presidiarios que harán de sparring de sus guardianes.

En 1974, Robert Aldricht dirigió esta película, que fue una de sus últimas y forma parte de los filmes de culto, aunque los incondicionales de este director no acaban de decidir si se trata de una gran sátira o de la prueba de que un Aldricht decadente ya había tirado la toalla. Aquel Clan estaba protagonizado por un Burt Reynolds chulo, cínico, siempre riéndose de la ley, siempre con un sheriff a sus talones. Aquel Clan reflejaba algunos temores de la sociedad norteamericana tras Watergate y Vietnam, y el partido de fútbol iba a ser un sucio ajuste de cuentas.

El remake que nos ofrecen ahora se queda con lo menos importante: un simple partido que acaba jugándose con bastante fair play, es decir, una historia insulsa que sirve a los incondicionales de Adam Sandler una ración abundante de lo peor de este actor. En torno a él, algunos buenos actores intentan, sin éxito, dar vida a este despropósito. Para animar la historia, los guionistas -en un alarde de cretinismo que ellos considerarán una muestra de creatividad- montan un patético número de furcios carcelarios en versión cheerleaders.

Para los curiosos, la película The mean machine con Vinnie Jones, que se estrenó hace un par de años, también era un remake de esta película, versión muy británica, actualizada, con fútbol europeo y también con escaso valor.