El colibrí

El colibrí: Triste y vacío

· Crítica de El colibrí | Estreno 26 de mayo de 2023.
· La romana Francesca Archibugi ha dirigido esta historia y es responsable de los continuos saltos que da la película, que componen un enorme carrusel emocional que, a la postre, resulta inane o nihilista.

El colibrí es el apodo de Marco Carrera. Se ganó ese sobrenombre en familia, por su pequeña estatura. La película cuenta su vida de forma desestructurada: nos lo presentan como médico, en plena madurez. Un problema con su mujer y con su hija servirán para disparar una serie de flashes back y flashes forward que, poco a poco, revelarán el rostro de Carrera y lo que hizo con su vida desde los doce años hasta el final.

- Anuncio -

El colibrí adapta una novela compleja y -me temo- su público son los lectores de la misma. Sandro Veronesi escribió una historia poderosa que tiene un atractivo menor en la pantalla grande, principalmente porque se trata de un relato difícil que porta una visión negativa de la existencia humana. El colibrí es un hombre bueno, incluso muy bueno, en un entorno que no lo es tanto. La historia familiar es difícil, tanto por parte de sus padres como por la de sus hermanos. Vienen después sus amigotes, su amor platónico, su mujer, su hija… él se esfuerza por seguir siendo una buena persona y no hacer mal a nadie, y mira lo que consiguió con ello. Lo peor es que «no le ha ido demasiado mal en la vida». Pero todo es tan triste y tan vacío.

La romana Francesca Archibugi (La gran calabaza) ha dirigido esta historia y es responsable de los continuos saltos que da la película, que componen un enorme carrusel emocional que, a la postre, resulta inane o nihilista. Un puñado de grandes actores componen un brillante retrato que, desgraciadamente, no aporta nada. Queda por ver a quien, salvo a los entusiastas del libro, puede interesar este relato.