El extraño caso de Angélica: Fotos, cadáveres y películas sin sentido

El extraño caso de Angélica: Oliveira, camino de los 103 años, recupera un proyecto al que dió vueltas durante 70 años. Parece que siendo joven le pidieron que retratara a una joven muerta.

Esta película, estrenada en mayo de 2010 en la sección Una cierta mirada de Cannes, da para un cortometraje de entre 7 y 15 minutos.

El levísimo guión, los interminables planos secuencias, la reiteración de situaciones banales, las idas y venidas de un fotógrafo judío que se obsesiona con una bella mujer muerta, la invitación continúa al sopor por una morosidad narrativa injustificable, una construcción de personajes muy deficiente y varias cosas más que omito para no aburrir al que me siga leyendo, hacen que como espectador -muy interesado en mi caso porque hay cosas de Oliveira que me gustan mucho- te preguntes por el sentido de una película que cae muy lejos de la hondura y de la belleza de cintas como La carta, Una película hablada y Vuelvo a casa.

Todo a pesar del piano maravilloso de Maria Joao Pires, buena amiga de Oliveira con quien ha colaborado varias veces y de las buenas intenciones del culto y honesto maestro portugués, al que respeto mucho. Igual compensa que dicte sus memorias, que es menos complejo que hacer una película. Pero, bueno, es muy libre de hacer lo que le plazca, solo faltaría.

Arriba: Siempre es grato reencontrar a Pilar López de Ayala.

Abajo: La cosa da para un corto.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Sabine Lancelin
  • Montaje: Valérie Loiseleux
  • País: Portugal, España, Francia, Brasil
  • Duración: 97 min. Público adecuado: +12 años
  • Distribuidora: Karma
  • Estreno: 20 de mayo 2012

O estranho caso de Angélica

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