El mensajero del miedo

El mensajero del miedo: Teoría de la conspiración

El director de El silencio de los corderos le ha cogido el gusto a los remakes. Primero fue Charada, y ahora actualiza un clásico de Frankenheimer que en 1962 protagonizaron Sinatra y una estupenda Angela Lansbury. En clave de thriller de ciencia ficción, se visita la trastienda del matrimonio de conveniencia entre los poderes económico y político en EE.UU., apadrinado por los medios de comunicación. La tesis, ba­­sada en una novela de Richard Condon (autor de El honor de los Prizzi, llevada al cine por Huston) es contundente, pero no original: un país que vive amedrentado por la amenaza terrorista, con daño de las libertades civiles y del espíritu democrático, con beneficio para los políticos depredadores.

El comandante Marco (Denzel Washing­ton), atormentado por su participación en la Guerra del Golfo, comienza a dudar sobre lo que para todos fue su heroica actuación, cuan­do un ex sargento que estuvo a sus órdenes se presenta como candidato a la vicepresidencia americana, impulsado por su madre, una ambiciosa senadora (Meryl Streep).

Jonathan Demme se ha rodeado de un no­table equipo técnico (la fotografía es del responsable de Señales, El sexto sentido y Gla­diator) y de un elenco de actores consagrados, procurando que todo saliese lo más verosímil posible al tratar un tema bastante misterioso: la posibilidad de modificar el com­portamiento de las personas. Resulta interesante y amena es­ta historia, que puede pro­ducir una mirada de escepticismo absoluto sobre la democracia norteamericana. Qui­zás faltan matices y sobran exageraciones conspiratorias.

La película se estrenó en Estados Unidos el pasado 1 de agosto, durante la campaña electoral que precedió a la reelección de Bush. Streep vuelve a brillar y seguramente la veremos en los Oscar. Washington, con El fuego de la venganza aún en cartel, no se queda atrás, y de nuevo se encuentra cómodo en uno de esos papeles de vengadores solitarios que tan bien interpreta.