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El misterio de la felicidad

Esta historia tiene el tono humorístico de las películas de Woody Allen, a quien Burman admira e imita, a distancia

El misterio de la felicidad, de Daniel Burman

El misterio de la felicidad: Imitando a Woody Allen

La película arranca con una secuencia magistral, Santiago y Eugenio parecen hermanos siameses, son compañeros, socios, amigos; se entienden sin palabras, coinciden en todo salvo un día, cuando unos inversores les ofrecen un precio muy interesante por el negocio de electrodomésticos; Santiago no quiere vender, Eugenio sí. Esta ligera fisura se revelará grande cuando, poco después, Eugenio desaparece sin dejar rastro. Laura, histérica mujer de Eugenio, dice que se ha marchado, Santiago no quiere creerlo. Juntos buscarán al desaparecido y lograrán entender el por qué de su partida.

Conviene advertir al espectador que la presentación «comedia de Francella» es engañosa, se trata de una comedia poco cómica, en la que Francella usa un registro comedido. El misterio de la felicidad es un pequeño drama que invita al espectador a plantearse, junto a Francella, qué ha pasado y por qué: creías conocer a tu amigo y resulta que había una parte de su alma que te estaba vedada; y la culpa es tuya. Otro tanto le sucede a Laura. La búsqueda de Eugenio se va a convertir en la búsqueda personal de cada uno de aquello que da sentido a la vida y hace feliz.

Esta historia tiene el tono humorístico de las películas de Woody Allen (Medianoche en París, Match Point, Un final made in Hollywood), a quien Burman admira e imita, a distancia. Está claro que si imaginamos a Allen en el papel de Francella y a Diane Keaton en el de Inés Estevez, la película se entiende mejor y gana unos cuantos puntos. Tal y como está, resulta un dramita simpático, de corte clásico, llevado con rigor -y humor-, que mantiene la tensión todo el tiempo y comparte noblemente la información con el público que participa en la investigación y saca las mismas conclusiones que los protagonistas, antes que ellos.


El desenlace, sin embargo, no satisface, resulta pobre. Santiago y Eugenio representan la vida corriente y el ideal que siempre se soñó y se intenta alcanzar. El ideal que nos revelan al final es muy poca cosa.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Daniel Ortega 
  • Música: Nicolás Cota 
  • Duración: 99 min. 
  • Distribuidora: Festival
  • Público adecuado: +16 años (SD)
  • Estreno en España: 29.8.2014

Argentina, 2013

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Reseña
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Historiador y filólogo. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos. Ha estudiado las relaciones entre cine y literatura. Es autor de “Introducción a Shakespeare a través del cine” y coautor de una decena de libros sobre cine.
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