El niño 44

El niño 44: No puede haber crímenes en el paraíso

El Niño 44 | Daniel Espinosa intenta realizar un trepidante thriller y se enreda en una interesante denuncia del régimen estalinista.

Child 44 cuenta la historia de Leo Demidov, un policía íntegro en la Unión Soviética durante el reinado de Stalin; sus padres fallecieron en el holocausto ucraniano de los años treinta; él fue héroe de guerra; pero cayó en desgracia en los años cincuenta «por falta de compromiso». La trama central de esta película es el caso Chikatilo, “el carnicero de Rostov”, un asesino en serie cuyos crímenes no se podían investigar porque «no podía haber crímenes en el paraíso». Es decir, se trata de un thriller con un importante componente político, con la guerra fría, el KGB, un régimen mentiroso y corrupto, y un largo etc.

Además el guión, basado en el libro homónimo de Tom Rob Smith, es de Richard Price (The Wire); el director es el sueco Daniel Espinosa (Safe House), y el reparto es notable, con Tom Hardy, Noomi Rapace, Gary Oldman, Joel Kinnaman, Vincent Cassel, Jason Clarke, entre otros. Tenemos todos los ingredientes de una gran película, pero no lo es.

Espinosa y Price se han emborrachado de Unión Soviética -un gran campo, todavía virgen, de donde sacar guiones- y se han olvidado de centrarse en una historia simple que tenían a mano.

La película tiene el interés de mostrar lo que fue, en parte, la Unión Soviética: un país opresivo en el que reinaban el miedo y la desconfianza, la delación y la falta de libertad. Donde no hacía falta ser culpable para ser condenado. Donde importantes funcionarios corruptos se aprovechaban del sistema con una hipocresía y cinismo pocas veces superada.

Tanto el guionista como el director se pierden en un relato que abarca demasiadas historias, un drama terrible pero falto de misterio, en el que se multiplican las subtramas, en el que se dejan demasiadas cosas sin contar. Se diría que tanto Espinosa como Price se han emborrachado de Unión Soviética -un gran campo, todavía virgen, de donde sacar guiones- y se han olvidado de centrarse en una historia simple que tenían a mano.

El reparto está correcto, pero no destaca, claramente -como todo en esta cinta- por debajo de sus posibilidades.

A pesar de todo la película interesa; es tan interesante y novedoso ver aquel mundo, que fue tan rápidamente relegado al olvido tras la caída del muro y la rápida disolución de ese estado, que se comprende el vértigo que se apoderó de Daniel Espinosa.