El poder del perro: Otra vuelta de tuerca
· Crítica de El poder del perro | Estreno 19 de noviembre de 2021 (disponible en Netflix desde 1.12.2021).
· La primera hora de la película brilla con la intensidad de los grandes western de los últimos tiempos, desde Sin perdón a Los hermanos Sisters.
Montana, años 20. Los hermanos Burbank viven tiempos de bonanza económica en sus tierras con un conflicto habitual por sus caracteres antagónicos. El amable George (Jesse Plemons) se enamora de Rose (Kirsten Dunst), una joven viuda del pueblo, algo que despertará la envidia del carismático y cruel Phil (Benedict Cumberbatch). El hijo de esta mujer, el culto y sensible Peter (Kodi Smith-McPhee), se convertirá en el centro de atención del vengativo terrateniente.
La australiana Jane Campion recibió todo tipo de premios con El piano en 1993. Gracias a este título se convirtió en la primera mujer en ganar la Palma de Oro en Cannes (ex aequo eso sí), además de obtener el Oscar al mejor guion original y brindar dos estatuillas para sus protagonistas (Holly Hunter y Anna Paquin), en un año dominado por La lista de Schindler, de Steven Spielberg. La película tenía una banda sonora magistral de Michael Nyman, pero no era ni mucho menos una de las obras más inmortales del final de siglo. Su trayectoria posterior no fue tan aclamada en cine (Retrato de una dama, Holy Smoke, En carne viva), pero sí en televisión, donde despuntó con la serie policiaca Top of the lake (2013-2017).
El poder del perro es un giro considerable en la filmografía de esta cineasta, un western muy personal, coherente con el esteticismo de su obra anterior y con la premiada novela homónima del norteamericano Thomas Savage (1915-2003). Para entender las numerosas lecturas que propone la película es aconsejable conocer la vida de este autor, marcada por el divorcio de sus padres cuando apenas tenía dos años, su inadaptación a la cruda vida en un rancho de Idaho junto a una madre que combatía la depresión y el alcoholismo, las dificultades para consolidar su vocación literaria, y numerosos conflictos en su matrimonio con Elizabeth Fitzgerald, que incluyeron algunos períodos breves de vida homosexual con el ilustrador Tomie de Paola, veinte años menor que él. Esta tensión vital se refleja en la película desde el primer acorde de guitarra con el que empieza la historia. La magnífica composición de Jonny Greenwood, uno de los músicos esenciales en la filmografía de Paul Thomas Anderson (Pozos de ambición, The Master, Puro vicio, El hilo invisible), genera una atmósfera inquietante, perfecta para que Benedict Cumberbatch desarrolle una composición interpretativa que probablemente le lleve a obtener su primer Oscar.
Probablemente no será la única nominación que la película reciba en los premios de la Academia. La fotografía de Ari Wegner (Lady Macbeth, In Fabric) es un prodigio en el tratamiento de la luz y la perspectiva, con un uso de gran angular que impacta en pantalla grande. Igualmente, el diseño de producción de Grant Major (El Señor de los Anillos, King Kong), el vestuario de Kirsty Cameron (Whale Rider) y los decorados de Amber Richard (Avatar) merecen el ritmo sereno que imprime la directora y guionista de la película.


La primera hora de El poder del perro brilla con la intensidad de los grandes western de los últimos tiempos, desde Sin perdón, de Clint Eastwood, a Los hermanos Sisters, de Jacques Audiard, con notables referencias en la cadencia dramática y tono crepuscular de renovaciones del género tan sugerentes como Hostiles, de Scott Cooper, Slow West, de John Maclean, o First Cow, de Kelly Reichardt. Sin embargo, la película de Jane Campion, que prometía en su inicio dejar un sello de calidad muy personal, no acaba de superar los estereotipos de la novela de Savage. El tratamiento de la homosexualidad que propone es tan elíptico como artificial, con una saturación del mismo registro dramático que hace que el guion pierda, en buena parte, la psicología sugerente, perturbada y matizada que ofrecía la historia.
Parece que Campion es consciente de esta limitación, y acaba la película con el mismo talento y personalidad de esa primera hora. Lamentablemente, no tiene ese mismo acierto en el desarrollo del personaje interpretado por Kirsten Dunst, que pierde la magia y ternura iniciales, hasta convertirse en una impasible espectadora del conflicto de masculinidades. Una tensión que podría ser mucho más compleja y fascinante con una mirada femenina como contrapunto, y con una planificación y un guion que diese tanto poder a la sensibilidad como a la sensualidad del resto de personajes. Algo que resulta mucho más sutil en el joven Peter -interpretado por Kodi Smith-McPhee (imborrable como hijo de Viggo Mortensen en La carretera)- que en el Phil que interpreta Cumberbatcth.
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Ficha Técnica
- Dirección: Jane Campion,
- Guion: Jane Campion,
- Intérpretes: Kirsten Dunst, Thomasin McKenzie, Benedict Cumberbatch, Jesse Plemons, Frances Conroy, Keith Carradine, Kodi Smit-McPhee, Peter Carroll,
- Fotografía: Ari Wegner
- Montaje: Peter Sciberras
- Música: Jonny Greenwood
- Duración: 107 min.
- Público adecuado: +18 años (X)
- Distribuidora: Netflix
- Australia (The Power of the Dog), 2021
- Estreno: 19.11.2021 (estreno en Netflix el 1.12.2021)