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El primer día del resto de tu vida

Rémi Bezançon ofrece una película muy francesa, artificialmente amarga, aunque tenga algunos aspectos logrados

El primer día del resto de tu vida (2008)

El primer día del resto de tu vida: La familia, bastante mal, gracias

El cine francés lleva a Sartre pegado a los talones, si no no se entiende ese pe­simismo existencial, esa especie de claustrofobia vital que ahoga y agota cualquier tipo de trascendencia, esa amargura de fondo que busca el lado más sombrío de la realidad y que comparten -en diferente grado- la mayoría de las películas fran­cesas que hemos visto en un tiempo des­de Coco avant Chanel hasta Un cuento de Navidad, Hábla­me de la lluvia, Espías en la sombra, Conver­saciones con mi jardinero o incluso la magnífica La clase. No se trata de que sean malas películas, que la mayoría no lo son, ni que sean excesivamente dramáticas u oscuras: es sencillamente una cierta incapacidad de contar al­go más de lo que estrictamente cuentan, de dar algún tipo de salida, de horizonte, de esperanza o, al menos, evolución. Es­te existencialismo llevado al cine, que también se percibe en muchas coproducciones (leáse los últimos títulos de cine turco), le­vanta un muro antes incluso de que lleguen los títulos de crédito.

Viene esto a cuento por la segunda película de Rémi Bezançon, un claro exponente de que la sombra de Sartre es alargada. El realizador francés debutó como director en 2005 con la película Mi vida en el aire, una comedia que tuvo una más que aceptable taquilla en Francia. Ahora pre­senta una “comedia” mucho más dra­má­­tica que recorre cinco momentos de importancia vital para cada uno de los miem­bros de una familia.

No es difícil colgar medallas a una cinta que han visto más de un millón de franceses y que ganó tres premios César. Una me­­­dalla al vigoroso y original montaje, otra a cada uno de los intérpretes. Tam­bién destacan un par de escenas muy bien escritas e incluso algunos toques que sorprenden por su eficacia narrativa (es el ca­so del entorno que rodea al loco flechazo de uno de los hijos). Sin embargo, lastran la película un pesimismo en­démico, la artificialidad de varias situaciones (no hay quien se crea la reacción de la madre cuando lee el desgarrador diario de su hi­ja) y el tono llamativamente zafio de algunas de sus líneas de diálogo.


La escritura de Bezançon está excesivamente dirigida a mostrar la cara más amar­­ga de la vida familiar, y eso le hace so­meter al espectador a una acumulación de miserias que, cuando llega el final y una especie de deseo de contrapunto, le pi­llan muy cansado.

La idea de la película es original y po­dría haber sido un buen punto de partida pa­ra una interesante reflexión sobre la familia. Tal y como está se queda en un retrato un po­co grotesco y bastante tristón.

Ficha Técnica

  • País: Francia (Le premier jour du reste de ta vie, 2008)
  • Fotografía: Antoine Monod
  • Montaje: Sophie Reine
  • Música: Sinclair
  • Duración: 114 min.
  • Público adecuado: +18 años
  • Distribuidora: Avalon
  • Estreno en España: 19.7.2009
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