El secreto de Vera Drake

El secreto de Vera Drake: Todo o nada (II)

El secreto de Vera Drake | Mike Leigh (Secretos y mentiras, Todo o nada), experto narrador de historias familiares de la working class británica, ganó el León de Oro en Venecia con esta historia de una mujer de cincuenta años, buena esposa, mejor madre, perfecta vecina, puntual contribuyente, diligente criada y encantadora ama de casa, que de 3 a 5 practica, de forma gratuita, abortos a domicilio.

El retrato de la protagonista, interpretada por Imelda Stauton (premiada en Venecia y aspirante al Oscar), es desconcertante, porque resulta difícil comprender el cambio que se produce en ella, primero fría como el acero (parece siempre recién bajada de una nave extraterrestre con pegatinas de té Twnings) y luego una catarata de lágrimas que no logra articular palabra. Los personajes del entorno familiar de Vera parecen diseñados para potenciar los efectos pedagógicos de su «martirio».

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«No soy el más indicado para explicar Vera Drake -ha declarado Leigh. Los dilemas morales que mi película expone no son fáciles de resolver, y nos corresponde a cada uno de nosotros enfrentarnos a estos temas con una mente abierta, pero sin perder nuestro firme contacto con la realidad».

Me parece a mí que la película de Leigh no expone dilemas morales, porque el director, antes de escribir el guión, lo tiene todo muy claro y no considera necesario que entendamos las motivaciones de la conducta de los personajes. Y ese es el quid de la cuestión, digo, de la película.

El secreto de Vera Drake (Vera Drake)