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El viaje de Felicia

No es ésta una película comercial, más bien al contrario: puede resultar excesivamente compleja a más de uno

El viaje de Felicia

El viaje de Felicia: La extraña sensibilidad de Egoyan

Felicia está sola. Mr. Hilditch también. Felicia es una ingenua adolescente que viaja desde Irlanda a Inglaterra para comunicarle a su novio que está embarazada. Mr. Hilditch es un respetable jefe de catering de Birmingham, que vive exclusivamente para sus guisos.

La extraña y afilada sensibilidad del realizador Atom Egoyan los une en una relación surrealista, cuyas secretas e inconfesables causas sólo desvelará el transcurrir de la película. Mr. Hilditch acoge a la desvalida Felicia y le ayuda a mantener una ilusión que él sabe completamente inverosímil: la búsqueda de su novio, que demuestra no tener el menor interés en comunicarse con ella.

La conjunción de soledades camina por El viaje de Felicia paralela a una serie de suaves flash-backs que desvelan el origen de la desgracia bicéfala. El padre de Felicia, irlandés resentido, considera su embarazo una traición: está convencido de que su novio se ha alistado en el ejército británico. Mr. Hilditch esconde tras su imagen de respetable profesional una infancia irrespirable, marcada por una madre neurótica y posesiva. El ritmo pausado, sereno, de la película se acelera cerca del final, tomando tintes cada vez más surrealistas. De hecho, hay que señalar que no es ésta una película comercial, más bien al contrario: puede resultar excesivamente compleja a más de uno.


En cualquier caso, basta un mínimo de gusto estético para admirar el excepcional trabajo de los dos protagonistas. Los rasgos psicóticos perfilados por Bob Hoskins resultan más que verosímiles, inquietantes incluso. Pero la Felicia de Elaine Cassidy engulle la pantalla entera, el cine, todo, con la estampa maravillosa de una ingenuidad burlada. La fragilidad, naufragada en la impenitente búsqueda por Birmingham de su falso amor, rebosa de los ojos irlandeses, de los inapropiados tacones, de los gestos heridos pero sin aspavientos… Una fragilidad que, sin ella saberlo, irradia una fuerza que le salvará la vida.

Ficha Técnica

  • País: Cánada/Gran Bretaña (Felicia’s Journey, 1999)
  • Fotografía: Paul Sarossy
  • Música: Mychael Danna
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