En el centro de la tormenta

En el centro de la tormenta: Gris oscuro casi negro

En el centro de la tormenta | Tavernier vuelve a rodar en Estados Unidos, adaptando una de las novelas de una saga protagonizada por un policía de Lousiana. 

Estamos en New Iberia, Louisiana. Un vete­rano, cachazudo y tenaz detective local bus­ca al asesino de una prostituta, cuyo cadá­ver ha aparecido con maltratos brutales. En la zona se rueda una película de Ho­lly­wood sobre la Guerra Civil, con un actor muy célebre y su hermosa y sufrida novia que aguanta su alcoholismo. El productor es el mafioso local.

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El detective (el mejor Tommy Lee Jones que hemos visto nunca, con una voz magné­tica que perderán los que vean la pelícu­la doblada), que ha crecido en el lugar y cono­ce a todo el mundo, siente cómo un hura­cán de desgracias zarandea la vida del peque­ño pueblo, con terribles acontecimientos presentes y pasados que parecen abraza­dos en un baile macabro.

Confieso que me gusta bastante Ta­ver­nier. Me parece que si esta película la hace con diez años menos y más energías, la adap­tación de la dura novela del tejano de 74 años James Lee Burke hubiera sido una obra maestra (ciertamente es dura y tiene al­gún momento brutal, pero sin afán de rego­deo).

Lo que ha ocurrido es fácil de explicar: la his­toria es muy poderosa y a Tavernier, 69 años, le falta control en el tempo de algu­nas secuencias y el montaje, que ha debi­do ge­nerar muchos problemas y peloteras, deja al descubierto las debilidades del guión, que quizás le viene muy grande a una pare­ja de profesionales que sólo ha fir­mado un guión precedente, el de El jura­mento, la película dirigida por Sean Penn y estrenada en 2001.

El personaje del detective Dave Ro­bi­cheaux ha protagonizado 18 novelas y la que nos ocupa, la sexta, se publicó en 1993. Prisioneros del cielo (1988) fue llevada al cine en 1996 con Alec Baldwin como pro­tagonista. Aporto estos datos porque la pe­lícula comienza un poco en marcha, cosa ha­bitual cuando ya conoces a un personaje y te saltas los prolegómenos.

Es imposible ver esta película, a ratos exce­lente, sin acordarse de Cosecha roja, la obra maestra de Hammett, siempre tan influ­yente.

Entrevista con Bertrand Tavernier, director de En el centro de la tormenta