En un mundo mejor: Padres e hijos

Susanne Bier, con producción de Von Trier, dirige un drama sólido y emotivo que habla sobre leones y corderos, sobre padres e hijos, sobre lo que cuesta ser libre.

Ganadora del Oscar a la película en lengua no inglesa, este drama danés no es el me­jor de Susanne Bier (Después de la bo­da, Hermanos) pero es una cinta poderosa, con un buen guión de Anders Thomas Jen­sen, rodado con maestría y magníficamen­te interpretado.

A la película -que supone el primer Oscar pa­ra Zentropa, la productora de Von Trier, cu­yas películas habían optado ya seis veces al premio- se le notan las virtudes y los defec­tos de Jensen como guionista y también los de Bier como realizadora. La delgada línea que separa la pose fatalista del auténti­co sentido trágico se observa varias veces -quizás demasiadas- en esta película de una rea­lizadora ya experimentada a sus 51 años, con unas maneras cuajadas, que vuelve a tra­bajar con un libreto del guionista danés de 39.

Anton es médico y viaja frecuentemente a trabajar a un campo de refugiados en Áfri­ca. Claus acaba de enviudar. La amistad entre sus hijos, compañeros de colegio en Co­penhague, afectará a la vida de sus padres, que ya está marcada por el dolor de he­ridas abiertas.

Bier compone otra buena película sobre el perdón, la redención y la fuerza del amor. Se le puede reprochar a su historia cier­to tremendismo -muy propio del atormen­tado cine nórdico- y unos parecidos evi­dentes con la estupenda cinta sueca An­tes de la tormenta (Reza Parsa, 2000), pero pa­rece claro que en medio de tanto cine banal, de tanto superhéroe insulso, de tanta atro­nadora parafernalia entontecedora, se agra­dece este tipo de película cosida más que pegada a la realidad, llena de sentimien­tos y de problemas cotidianos y verosí­miles.

Me parece que, con En un mundo mejor, Bier no manipula emocional­mente al espectador, aunque bordea varias veces ese error. Su manera de cerrar la pe­lícula es muy inteligente. Todos están bien en el reparto, pero el actor sueco Mi­kael Persbrandt -es un profesional muy reco­nocido en su país- hace un trabajo soberbio, en un papel complejo, en el que tiene que compartir plano con dos niños que podrían merendarse a quien se les ponga cerca… Bier es lista y al trabajar con el mismo director de fotografía, montadores y mú­sico de películas anteriores se le nota un aplo­mo llamativo.

La idea de los dos escenarios, el africano y el nórdico, es muy hábil y sirve para oxige­nar una película que finalmente se impuso a la canadiense Incendies en una lucha por un Oscar de la que fue excluida una de las mejores pelí­culas de la década, la francesa De dioses y hom­bres.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Morten Søborg
  • Montaje: Pernille Bech Christensen, Morten Egholm
  • Música: Johan Söderqvist
  • País:  Dinamarca
  • Año: 2010
  • Duración: 113 min.
  • Distribuidora: Golem
  • Público adecuado: +16 años
  • Estreno en España: 1.4.2011

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