Filth, el sucio

Un thriller violento, obsceno y sin interés, a medio camino entre Trainspotting y los desparrames de Guy Ritchie

Filth, el sucio (2013)

Filth, el sucio: Un poli indeseable

Malhablado, corrupto, sexista, racista, manipulador, solitario, esquizofrénico y adicto a las drogas y al sexo. Así es Bruce Robertson, el agente de policía más impresentable de Edimburgo. Para conseguir un ascenso, dirigirá a su manera la investigación de un cruento asesinato muy mediático, con el principal objetivo de desacreditar a los otros agentes que aspiran al mismo puesto que él. Así comienza Filth, el sucio.

Su vistosa factura, su sensacional reparto y su incoherente moraleja final -más o menos positiva- no salvan del desastre a esta violentísima y obscena película policiaca, que adapta la novela del escocés Irvine Welsh. Su compatriota Jon S. Baird (Cass) cumple con su taquicárdica puesta en escena, en la que imita el estilo onírico-alucinado-hiperrealista de Trainspotting, de Danny Boyle, y el crudísimo tono tragicómico de muchos filmes del también inglés Guy Ritchie. Pero el confuso guion no tiene pies, ni cabeza, ni entidad dramática, y todas las interpretaciones son tan histriónicas que caen a menudo en lo grotesco.

Sólo cabe elogiar la sugerente banda sonora original de Clint Mansell -compositor de todos los largometrajes del neoyorquino Darren Aronofsky-, así como alguna que otra vieja canción incidental, como el clásico del pop Silver Lady (1977), de David Soul.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Matthew Jensen
  • Música: Clint Mansell
  • Duración: 97 min.
  • Distribuidora: Surtsey
  • Público adecuado: +18 años (V+X+D+)
  • Estreno en España: 31.10.2014

Filth, Reino Unido, 2013

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