A puerta fría: La sangre de Capote

Puebla retrata, con crueldad y veracidad, la caída libre de un empresario. 

En la barra del bar de un hotel, Salva (Antonio Dechent) y Carmelo (Héctor Colomé) se preguntan cómo han caído tan bajo. Antes eran empresarios imprescindibles, ahora tienen que arrastrarse para lograr que un gran cliente americano (Nick Nolte) les salve del inminente despido.

Este argumento recuerda mucho a grandes películas co­mo Glengarry Glen Ross, Un pez gordo o The Company Men. El director catalán Xavi Puebla llevaba diez años me­rodeando el terreno en el que entra de lleno A puer­ta fría. En sus largometrajes Noche de fiesta y, sobre to­do, en Bienvenido a Farewell-Guttmann ya presenta­ba una jungla en la que el protagonista vive alienado en un trabajo que solo tiene como vía de escape un in­­satisfactorio fin de semana. Esta misma atmósfera do­minaba sus cortometrajes Viernes y Cartas desde la lo­cura.

En estas películas se veían detalles de talento visual y una modélica dirección de actores (destacando el tra­bajo de su protagonista habitual, Sergio Caballero, que en A puerta fría tiene un papel más breve). Pero tam­bién había excesos enfáticos y subrayados que limitaban la fuerza narrativa de la historia. Estos problemas no están del todo resueltos en su última pe­lícula (ganadora del premio de la crítica y de la Biznaga de oro al mejor actor para Antonio Dechent en el pasado Festival de Cine Español de Málaga), pero, sin duda, estamos ante un notable salto de calidad en la filmografía de Xavi Puebla.

El tono distanciado de la película se acerca mucho al utilizado por Truman Capote en su novela A sangre fría. En el fondo, Puebla también pretende retratar con la mayor objetividad posible los cadáveres vivientes y los ase­sinos despiadados que la crisis genera dia­ria­men­te. Emplea un lenguaje mi­nimalista, ca­si de ci­ne negro: si­lencios, miradas, caladas de un cigarro, fra­ses que se que­dan en una atmósfera tensa e irres­pi­rable. Los acto­res están a la al­tura de un guión pre­ci­so, iró­nico e inci­si­vo. Antonio De­chent es un Hum­phrey Bo­gart mo­derno y María Val­verde es la ne­cesaria cómplice del delito. Nick Nol­te lo hace casi to­do con su voz de ame­ricano impa­si­ble.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Mauro Herce
  • País: España
  • Año: 2012
  • Distribuidora: Oliete
  • Duración: 80 m.
  • Público Adecuado: +16 años (D)
  • Estreno: 15/3/2013
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