El alucinante mundo de Norman

El alucinante mundo de Norman: La animación sigue dando alegrías al cine

El alucinante mundo de Norman: El estudio Laika, responsable de «Los mundos de Coraline«, produce una película lograda que apela con ingenio a la tradición del cine de fantaterror.

Norman Babcock es un chico que «ve -y habla- con los muertos». Como el protagonista de El sexto sentido, este joven lleva una vida triste y solitaria ya que nadie cree que lo que cuenta sea cierto, él es simplemente un chico solitario, imaginativo y raro. Un día, su tío le informa de su misión en la vida, proteger al pueblo de una antigua maldición. Muy a su pesar asume su papel, pero las cosas no salen como estaban previstas.

La película viene de mano de los estudios Laika (Los mun­­dos de Coraline), y llevan el sello de Selick, ese to­que oscuro e inquietante que necesitan las historias de mie­­do. Realizada con la técnica stop-motion y roda­da en­ 3D, esta película, probablemente la más espera­da des­pués de Frankenweenie, vuelve a mostrar que el mun­do de la animación tiene los guiones y la creativi­dad que parecen haber perdido los largometrajes tradi­cio­na­les.

El alucinante mundo de Norman es un divertido home­naje al cine de fantasía y terror, en el que se dan ci­ta los muertos vivientes, las brujas, la magia, y una ban­da de adolescentes y sus familias, gente normal de un­ pequeño pueblo norteamericano.

La realización es un prodigio, una técnica perfecta, un­ diseño original, personajes sólidos y acabado primoroso; la historia es inteligente, llevada con mano fir­me des­­de el suave arranque de lo que parece una fan­tasía in­­fantil, al clímax de una tormenta mágica y una guerra con zombies. Y, en medio, una historia na­da anodina, Nor­­man, su familia -atención a los padres y a esa herma­na mayor- y sus amigos… adolescentes, la soledad y la­ muer­te.

Naturalmente, esta película no se dirige a todos los pú­­blicos, en un mundo adolescente no faltan los chistes pi­­cantes, y la temática se dirige más al manido “ni­ño que­ hay dentro de cada adulto” que a los peque­ños rea­les. Se trata de una película que admirarán y dis­frutarán los­ mayores, sobre todo si les gusta el género de terror.