Ruby Sparks

La segunda película de los directores de Pequeña Miss Sunshine intenta reeditar su gracejo y profundidad, pero no lo consigue

Ruby Sparks

Ruby Sparks: Pudiendo ser…

La segunda película de los directores de Pequeña Miss Sunshine intenta reeditar su gracejo y profundidad, pero no lo consigue.

Sin parecerme una película excelente, le reconozco valía a Pequeña Miss Sunshine, el primer largo de Jonathan Dayton y Valerie Faris, una película de carretera bastante hábil aunque para mi gusto demasiado televisiva, excesivamente situacional.

Algunos apelaron a su condición de película extraordinariamente rentable para ponerla como ejemplo de buen cine independiente. Vale, pero vale hasta cierto punto, porque más bien es fruto de la legítima e inteligente estrategia de una major para tunear una película de estudio grande con presupuesto pequeño.


De cualquier manera, la segunda película de Dayton & Faris empieza bien, muy bien, evoluciona regular y acaba como buenamente puede. Me comentaba una colega que se pasó toda la película repitiendo a modo de mantra: «pudiendo ser Lars y una chica de verdad o (500) días juntos, no lo es, ni de broma».

Y es que la película podría volar y no vuela. No vuela porque Paul Dano está encantado de conocerse a sí mismo y los directores permiten que repita un papel que nos sabemos de memoria. No vuela porque si haces un planteamiento audaz (la muñeca hinchable de Lars, Ruby personaje de papel) debes ser coherente hasta el final y Dayton & Faris no lo son. No despega la historia y da tumbos por la pista, algunos graciosos y bien rodados ciertamente.

Luego tenemos ese absurdo virus que hace estragos entre los modernetes de Hollywood y alrededores: incluir secundarios que en vez de ayudar a la historia, la frenan como si fuesen un ancla amarrada a la cola del avión. Pienso en ese hermano absolutamente grotesco e inconsistente que, entre otras sandeces tópicas y sin sentido, dice cosas de su mujer como si su esposa fuera una furcia alquilada por horas; esos hiperventilados Anette Benning y Antonio Banderas, empotrados de cualquier manera (que solo verlos dan dentera).

Ruby Sparks tiene elecciones interesantes pero hay demasiado remedo de personas y ambientes de otras películas (baste pensar en Ruby como un clon físico y mental de la April de 500 días…).

Lo que funcionaba en Pequeña Miss Sunshine, incluyendo una amable pero muy profunda colmillada sobre temas de gran calado, aquí se queda en grado de tentativa. Y para colmo con un metraje disparatado de 106 minutos. La cosa, si hubiese salido bien, da para 85-90 minutos, como casi toda buena comedia que se precie.

Ficha Técnica

  •  Matthew Libatique
  •  Pamela Martin
  •  Nick Urata
  • País: EE.UU.
  • Año: 2012
  •  104 minutos
  • +18 (XD)
  • Estreno: 26/10/2012

 

 

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