Eva

El filme de Kike Maíllo es un ejemplo imperfecto pero estimulante de que el cine español puede plantear historias interesantes con una cubierta formal sugerente

Eva (2011)

Eva: El futuro de la ciencia-ficción

Se pueden contar con los dedos de una mano las películas de ciencia-ficción con sello nacional que llegan a nuestras pantallas comerciales. Esto se debe a dos motivos principales: que se producen pocas películas de este género y que la mayoría están condenadas al ostracismo y sólo encuentran salida en el circuito de festivales de fantasía y ciencia-ficción.

El ejemplo más reciente de un director que ha logrado romper esta maldición ha sido Nacho Vigalondo con sus Cronocrímenes -en breve, podremos ver su segundo largometraje, Extraterrestre– y ahora viene a sumarse la opera prima del director catalán Kike Maíllo.

La historia nos habla de Alex, un reputado ingeniero cibernético que vuelve a su ciudad natal para encargarse de diseñar el programa emocional que dará vida al primer robot humanoide libre de la historia. Sin embargo, el joven no sólo tendrá que lidiar con la difícil tarea sino que también se verá obligado a afrontar una serie de fantasmas del pasado.

Eva es un filme interesante y curioso en muchos sentidos. En primer lugar por la factura impecable de la cinta que cuenta con una fotografía poderosa de Arnau Valls Colomer, una hermosa banda sonora de Evgueni Galperine y Sacha Galperine, y unos sugerentes efectos visuales -sobre todos los relativos al software en el que trabaja el protagonista y que sirve de fondo para los créditos de apertura de la película-; así como por la inteligencia de su director en la construcción de su mundo.

Bien es sabido que el público español es bastante reacio a ver películas de ciencia-ficción made in spain (algo muy parecido ocurre con las de género fantástico), por lo que Maíllo se mantiene fiel a su idea original pero ubicando la acción en un futuro cercano, y construyendo un escenario basado en los presupuestos de la retrociencia-ficción. Esto implica que aunque Eva transcurre en torno al año 2050, la ciudad y sus habitantes se rigen por la estética de los años setenta y ochenta del siglo XX. Evidentemente, en el filme aparecen elementos futuristas como el gato mecánico del protagonista, el prototipo de SI-9 o el androide interpretado por Lluís Homar, pero una vez transcurridos los primeros minutos en donde se nos presenta el mundo del filme, Eva empieza a moverse en el territorio del drama existencial.

Con un tempo cadencioso y una narrativa pausada y algo tramposa, la opera prima de Kike Maíllo es un ejemplo imperfecto pero muy estimulante de que el cine español puede plantear historias interesantes con una cubierta formal sugerente.

▲ La propuesta.

▼ El engaño encubierto del guión.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Arnau Valls Colomer
  • Montaje: Elena Ruiz
  • Música: Evgueni Galperine, Sacha Galperine
  • País: España
  • Duración: 94 min.
  • Público: +16 años
  • Distribuidora: Paramount
  • Estreno en España: 28 de noviembre de 2011
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