Expediente Warren: Obligado por el demonio

Expediente Warren: Obligado por el demonio | Posesión y asesinato

· Crítica de Expediente Warren: Obligado por el demonio | Estreno 4 de junio de 2021.
· El tercer caso sacado de los archivos Warren, son más de 4.000, tiene pocas diferencias respecto de las anteriores entregas, pero son importantes.

El matrimonio Warren es la pareja de investigadores de fenómenos paranormales más célebre y encantadora que existe. Los casos llevados a la pantalla están sacados de historias reales que vivieron (lo que ya es terrorífico de por sí). En el caso presente, Ed y Lorraine Warren participan en un exorcismo que tiene un desarrollo inesperado: el demonio no es expulsado sino persuadido para que abandone a su víctima y posea un nuevo huésped. El nuevo anfitrión cometerá un asesinato, el que da título a la película. Los Warren insisten ante la justicia que la posesión diabólica debe ser considerada como atenuante.

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El tercer caso sacado de los archivos Warren, son más de 4.000, tiene pocas diferencias respecto de las anteriores entregas, pero son importantes. En primer lugar la solidez que ha adquirido la pareja protagonista, que da gusto ver en acción. Vera Farmiga y Patrick Wilson conocen a sus personajes y han evolucionado con ellos como investigadores y como matrimonio, desarrollo notable y delicioso. En segundo lugar, esta vez no estamos en una casa (¿encantada?), sino en exteriores, investigando un crimen, lo que cambia el tono de la narración. Finalmente, ha cambiado el director. El nuevo, Michael Chaves, consciente de que no sabe provocar sustos como su predecesor, James Wan, no lo intenta y mantiene el suspense de un thriller sobrenatural, con referencias, no podían faltar, a El exorcista. La historia transcurre en 1981, es decir, participamos del ambiente retro nostálgico que ahora afecta esa época.

En definitiva, se trata de una película de género notable. Que trata con total seriedad el tema de la posesión, del exorcismo y de lo sobrenatural en el mundo. El veredicto final, el auténtico, dará que pensar al público.