Grand Piano

Grand Piano: Disparen al pianista

Grand Piano | Ingenioso thriller del español Eugenio Mira que se sirve de un concierto para crear una situación de tensión sostenida 

Tom Selznick, un afamado pianista, se retiró después de un aciago concierto en que el final de una di­fícil pieza se le atragantó. Cinco años después, rea­parece en un concierto en Chicago, alentado por su mujer, una hermosa y famosa actriz. La expecta­ción es tremenda. Tom está como un flan. El concierto comienza, la orquesta toca su parte y Tom encuentra un mensaje escrito en su partitura: “Si fa­llas una sola nota, morirás”. Tendrá que seguir con el concierto mientras intenta conseguir ayuda pa­ra que el paranoico que le amenaza no haga daño a nadie…

El director y compositor alicantino Eugenio Mira fir­ma su tercer largo como director tras The Birthday (2004) y Agnosia (2010). Mira ha sido director de segunda unidad en Lo imposible, de Juan Anto­nio Bayona, y ha compuesto la música de varias pe­lículas, incluyendo la de Los cronocrímenes, de Na­cho Vigalondo.

A sus 36 años, Mira tiene oficio y se le nota en las maneras de conducir este thriller que da de sí, lo que puede dar de sí una historia justita, muy justita, que tiene muchos problemas para llenar los 90 mi­nutos de metraje. El guión del norteamericano Da­mien Chazelle no deja de ser una variante de pe­lículas artefacto del subgénero “si me cuelgas o se corta la llamada o avisas a la policía, morirás”.

Con una puesta en escena resultona, el hábil rodaje en Canarias, Barcelona y Chicago permite un aire de thriller de diseño que funciona bien en bastantes minutos. Ya se sabe que comenzar y desarrollar este tipo de historia-engranaje tiene su di­ficultad, pero lo realmente arduo es que el desen­la­ce no irrite al espectador, que se ha prestado al jue­go y no le gusta que se la den con queso.

Toda la película de Grand piano es un juego, con algunas licen­cias macarrillas en mitad del concierto que son de fies­ta de promoción de las hermanas sisters, pero ca­bría esperar un abuso del deux ex machina y bue­no, algo hay, pero no demasiado.

Bien por Mira y bien por el planteamiento de negocio de Atresmedia, Telefónica y Nostromo. La cinta es­tá rodada en inglés y con actores muy conocidos, si­guiendo los esquemas de Rodrigo Cortés, que es pro­ductor con Adrián Guerra.