Inicio Críticas películas Green Zone: Distrito protegido

Green Zone: Distrito protegido

Después de los dos Bourne (2004 y 2007), Paul Greengrass se lleva a Matt Damon a Bagdad en una cinta de acción con entramado político

Green Zone: Distrito protegido (2010)

Green Zone: Distrito protegido | Bourne en Irak

El realizador inglés Paul Greengrass demos­­tró con El mito / El ultimátum de Bour­ne, segunda y tercera entrega de la saga, que con un thriller se podía no sólo entrete­ner al público, sino dar lecciones de buen ci­ne, y con estas lecciones convencer a la crí­tica… e influir en otros realizadores. El ci­ne actual de acción rueda poniendo un ojo en la saga Bourne, cuando no son los dos, como ocurrió en el último episodio de otra gran saga, la de James Bond.

Por eso había gran expectación por compro­bar qué iba a hacer Greengrass en su nue­va película con su amigo Matt Damon. Y lo que ha hecho es una buena película de acción que, con un poco más de desarrollo de la historia, habría sido una estupenda cinta bélico-política que engancharía con el pri­mer cine que hizo el propio Greengrass.

Basándose en el libro Imperial life in the Eme­rald City: Inside Iraq’s Green Zone, de Ra­­jiv Chandrasekaran, analista político y co­rresponsal del Washington Post en Bag­dad, Greengrass cuenta la misión de un sub­teniente americano que trata de encontrar las armas de destrucción masiva que han originado la guerra con Irak. Antes de de­dicarse al cine Greengrass trabajó como re­portero de guerra, y ese interés periodísti­co se percibe en alguno de sus trabajos, des­de United 93 hasta Bloody Sunday pasan­do por Omagh, que escribió.


Como en estos dos últimos títulos, el rea­­li­zador británico se mueve con soltura en un terreno cercano al cine de denuncia. La tra­ma, en este sentido, es interesante y fun­ciona muy bien gracias a las magníficas in­terpretaciones de Greg Kinnear y Amy Ryan, y al nivel de la realización con ese aire de verismo cuasi documental que tan bien maneja Greengrass. El problema es que el realizador, consciente de que se ha he­cho famoso por Bourne y no por lo anterior, reduce mucho esta parte de la historia pa­ra sacar al artista de la acción que lleva den­tro y rodar con mano maestra el guión adap­tado de Brian Helgeland (Mystic River, El fuego de la venganza, Asalto al tren Pel­ham 123; tiene pendiente de estreno las ya ro­dadas Robin Hood de Scott y Salt de Noyce).

Éste es el motivo de que la mayor parte del metraje se lo lleven las persecuciones, pe­leas y batallas de Bourne, perdón, Roy Mi­lear, en Irak. Como ocurría en Bourne, es­tas escenas están magníficamente rodadas. La novedad ahora es que se añade mucha más cámara en mano, gafas de visión noc­turna y otros efectos del cine bélico actual. El resultado de tanta batalla a media luz y en continuo movimiento es que el espec­tador menos aficionado puede saturarse.

Lo dicho, con un poco menos de acción y al­go más de desarrollo de personajes esta­ría­mos ante una cinta sobresaliente.

Ficha Técnica

  • País: EE.UU./Reino Unido/Francia (The Green Zone, 2010)
  • Fotografía: Barry Ackroyd
  • Montaje: Christhoper Rouse
  • Música: John Powell
  • Duración: 115 min.
  • Público adecuado: Jóvenes
  • Distribuidora: Universal
  • Estreno en España: 12.03.2010
Suscríbete a la revista FilaSiete

Salir de la versión móvil