Happy Feet (Rompiendo el hielo)

Happy Feet (Rompiendo el hielo): El baile del pingüino

Aunque es un magistral bailarín de claqué, un pingüino emperador de la Antártida, llamado Mambo, es expulsado de su comunidad por cantar fatal. Además, entre los de su especie, este defecto es un grave obstáculo para encontrar el amor verdadero. El rebelde Mambo inicia entonces un largo viaje, en compañía de unos divertidos y diminutos pingüinos latinos. Durante su periplo, vivirán peligrosas aventuras y descubrirán el poder destructor del ser humano.

El australiano George Miller (Mad Max, Lorenzo’s Oil. El aceite de la vida, Babe, el cerdito en la ciudad) está arrasando en todo el mundo con esta hilarante comedia musical. Como pasa a menudo en los musicales, el guion es esquemático, y no profundiza demasiado en los conflictos morales y sociales que plantea.

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De todas formas, su sencilla defensa de la libertad, la amistad, la creación artística y la ecología -frente a los convencionalismos sociales- conforma un entramado suficientemente sólido como para que deslumbre el alucinante despliegue visual y musical.

En su faceta musical, Happy Feet propone una selección muy bien pensada de temas clásicos de todos los estilos -desde Frank Sinatra al hip-hop-, en versiones muy bien interpretadas, con arreglos de nivel y una instrumentación magnífica. Y estas canciones, unidas a la vibrante partitura original de John Powell, acompañan a la perfección la impresionante integración de animación en 3D y acción real, en la que se llevan a sus últimas consecuencias las técnicas más modernas de captura digital de movimientos. Queda así un espectáculo de primera categoría, sutil en sus interpretaciones gestuales y vocales, e igual de impactante en las trepidantes secuencias de acción, que en las apabullantes coreografías musicales.