Happy Times

Happy times es una divertida y conmovedora comedia urbana emparentada con Keep Cool

Happy Times (2000), de Zhang Yimou

Happy Times: No hay quien pueda con el chino…

Happy Times | Yimou sigue sin fallar. Este puede ser el titular, ahora que está de moda que los equipos grandes pinchen en la Champions League después de fulgurantes comienzos de competición. La octava película de Yimou, con Terrence Malick (La Delgada Línea Roja) de productor ejecutivo, sigue encandilando. Happy Times es una divertida y conmovedora comedia urbana emparentada con Keep Cool. Vuelven a brillar una sensibilidad y una delicadeza nada comunes, envueltas en una sencillez que, a cada plano, desvela la presencia de un grandísimo cineasta que es una muy buena persona.

Confiesa el propio Yimou que puso los cinco sentidos en la elección del protagonista, el popular cómico Zhao Benshan, un rostro bien conocido para el público chino. El veterano actor encarna a un solterón jubilado que sobrevive con pequeños trabajos. Inestable y enamoradizo, Zhao hará lo imposible por reunir el dinero para poder casarse con una rolliza y madura mujer, madre de un mimado y consentido adolescente, que reclama una boda por todo lo alto.

El director de El camino a casa se mueve con soltura en una comedia; a ratos chispeante y llena de gags visuales propios del cine mudo y, por tanto, de eficacia universal; y, a ratos, surcada de humor negro, que Yimou utiliza con inteligencia metafórica para mostrar el presente y el futuro de la China urbana y dinámica, cada vez más occidentalizada y, por tanto, sometida al zarpazo del materialismo consumista. La fotografía, el montaje y la música, firmadas por los colaboradores de las tres últimas películas de Yimou, son magníficas.


A la espera de Hero, la nueva película de Yimou que reúne a los protagonistas de In the mood for love y a Zhang Ziyi, la joven heroína de El camino a casa y Tigre y dragón, nos quedamos prendados de la soltura llena de encanto de una película tierna, divertida, entrañable y esperanzadora, que tiene un magnífico compendio en las tasadas sonrisas de Wu, la joven ciega que Zhao y sus amigos jubilados protegen de la crueldad de la vida. Radiante en su vestidito barato, rojo salpicado de margaritas, la luminosa visión de Wu, antes dolorosamente mostrada en una enfermiza delgadez, es otra metáfora, una propuesta esperanzadora, un bellísimo canto al amor que sabe a símbolo: cualquier cambio que no esté fundado en el amor llevará al gigante chino a una nueva frustración.

Ficha Técnica

  • País: China (Xingfu shiguang, 2000)
  • Fotografía: Hou Yong
  • Montaje: Ru Zhai
  • Música: Bao San
  • Estreno en España: 8 de noviembre de 2002
Suscríbete a la revista FilaSiete

Salir de la versión móvil