Hermano oso: Aventura animal

Hermano oso. En la última glaciación, el joven indio Kenai cumple la mayoría de edad. Los Grandes Espíritus le otorgan el tótem-amuleto del oso, símbolo del amor. Al joven no le gusta; prefiere el águila, símbolo de fortaleza, de su hermano mayor, Sitka, o el astuto lobo de Denahi, su otro hermano. Kenai provoca una tragedia y los Grandes Espíritus le transforman en oso. Un osezno parlanchín llamado Koda le guiará en su viaje iniciático hacia la montaña donde las luces tocan la tierra.

Esta película de animación, del mismo equipo que realizó Mulan y Lilo & Stich, tiene una factura impecable y detalles geniales, como la estampida de caribús, las bandadas de gaviotas o los juegos ópticos de los osos ante el hielo. La narrativa fluye con libertad, con más de 800 fondos. A nivel artístico alcanza los límites a los que puede llegar la animación convencional en 2D, incorpora bellísimas imágenes de pinturas rupestres e incluso juega con el tamaño de la pantalla: ordinario en la primera media hora -con una paleta cromática apagada- y panorámico y con colores brillantes desde que Kenai se convierte en oso.

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Sin embargo, todo ese talento se desperdicia en una historia con poco mordiente: la primera parte es una lección de mística New Age, acompañada de una canción de parroquia progre de los años setenta. La segunda parte incorpora nuevos personajes, cobra ritmo e interés, hasta lograr un balance final positivo.

Ficha Técnica

  • Música: Phil Collins y Mark Mancina
  • País: EE.UU.
  • Año: 2004
  • Distribuidora: Buena Vista
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