Hierro 3: Ocurrencias sin sustancia
Después de haber estudiado arte en París, Kim Ki-duk volvió a Corea y empezó su carrera como guionista y director en una película de bajo presupuesto, The crocodile (1996). Prácticamente desde el primer momento, sus películas fueron seleccionadas por diversos festivales internacionales de cine, lo que le ha dado la posibilidad de llegar a un público más amplio. Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera fue a los Oscar en representación de Corea; Samaritan girl obtuvo el Oso de Plata (Premio al Mejor Director) en el 54 Festival de Berlín y en la 61 edición del Festival de Venecia. Hierro 3 proporcionó a Ki-duk el León de Plata al Mejor Director.
«La idea se me ocurrió en octubre del año pasado (por 2003). Estaba quitando un folleto que estaba pegado en la cerradura de la puerta de mi casa cuando de pronto se me ocurrió que todas las casas que tenían esa publicidad intacta durante varios días debían estar vacías. La imagen de una casa vacía en la que no entra nadie me llevó a la historia de una persona muy solitaria, aislada de los demás, y decidí hacer una película acerca de un hombre que entra en ella y colma ese vacío con calidez. El título internacional de esta película es Hierro 3. La gente que juega al golf sabe que el hierro 3 es el palo menos usado. Imaginémonos un hierro 3 en una cara bolsa de golf de piel, pero que se usa muy pocas veces, con otra imagen en paralelo, la de una persona abandonada o la de una casa vacía. Al mismo tiempo, Tae-suk utiliza un hierro 3 como herramienta para rescatar a Sun-hwa, y eso también significa un cambio lleno de esperanza». El director lo cuenta sin ambages, como si fuera un genio (a lo mejor lo es); cuenta su ocurrencia, y de cómo de ahí, de esa ocurrente banalidad, surgió su película. Parece que en Corea colocan ciertos anuncios, del tamaño más o menos de una cuartilla, pegados en las cerraduras de las puertas de las viviendas. Si alguien no ha quitado el papel para meter la llave en la cerradura es que no ha metido la llave en la cerradura, o sea, no hay nadie en casa.
Pues un joven (que no dice una sola palabra en toda la película), el protagonista, vive (al menos durante la duración del filme) en casas ajenas por el sencillo procedimiento antes descrito. Bueno, el procedimiento de abrir las puertas es limpio, como cualquier “abridor” de coches o automóviles sabe hacer sin forzar la cerradera. Pero un día el chico se equivoca, y sí que hay alguien en la casa: una joven casada, que llora y sufre mucho porque su marido es malo (no pregunten por qué es malo). Así que la joven casada (que tampoco dice una sola palabra en toda la película) se va con el abridor de puertas a vivir con él como los cucos.
Hay que decir -y así se hizo para que la cosa sea bonita y agradable de ver- que la muda pareja protagonista es joven, y pasablemente guapa, que siempre es primavera, que por tanto ni hace frío ni calor, y que -no se sabe bien por qué -nunca se les ve hacer el más mínimo esfuerzo: ni para limpiar, ni para hacer sus tan exquisitas comidas tan preciosas de ver, ni para llevar unas ropas siempre tan en su punto, ni nada.
Como no hablan, no cabe el diálogo humorístico ni de ningún tipo. Sólo hablan los malos: el marido, la policía, los dañados por sus intrusiones… La anecdotilla no da mucho de sí, de manera que el director/guionista añade una segunda parte -tal vez inspirada en Calderón de la Barca– en la que, después de que el protagonista realiza unos bailes voladores orientales -sólo conatos- y después de unas presencias/ausencias como misteriosas, se nos dice hasta por escrito, por si la imagen no resultara del todo expresiva, que a lo mejor la vida es sueño…
Ficha Técnica
- Dirección: Kim Ki-duk,
- Guion: Kim Ki-duk,
- Intérpretes: Lee Seung-yeon, Jae Hee, Kwon Hyuk-ho, Joo Jin-mo, Choi Jeong-ho, Lee Dah-hae, Park Dong-jin, Moon Sung-hyuk, Park Jee-ah,
- País: Corea del Sur (Bin-jip, 2004)
- Fotografía: Jang Seung-back
- Música: Slvian
- Vestuario: Koo Hea-heon
- Distribuidora: Alta