High school musical 3: Fin de curso

High School Musical 3: Fin de curso | Poco imaginaba Disney Channel el éxito que iba a tener el musical que emitió en el año 2006. Una labor de merchandising espectacular, basada principalmente en una promoción de la banda sonora, logró unos resultados impresionantes.

La llegada de una secuela televisiva incrementó el público cautivo y ahora llega la tercera parte, una película que sale con 400 copias. Kenny Ortega sigue a los mandos, con las coreografías de Charles Klapow y Bonnie Story. Repiten en sus labores el director de fotografía Daniel Aranyó y el diseñador de producción Mark Hofeling.

«Es una película que refleja un mundo donde los jóvenes se muestran seguros, hay música, hay bailes, que son todos lenguajes universales» , dice Ortega sobre esta historia de graduación de instituto y separación para ir a la universidad, un asunto muy tratado por el cine norteamericano.

Los protagonistas son actores forjados en la factoría Disney que regalan a sus fans lo que estos esperan: unas coreografías mucho más vistosas, platós más elaborados, una cursilería o ñoñería de la pareja protagonista sensiblemente incrementada y un optimismo difícil de superar. Sin embargo pierden algo en este camino: una música grandilocuente y menos pegadiza que la original, con melodías tan populares como «We’re all in this together».

El guión no es ni ha sido una preocupación de esta producción y no se nota apenas diferencias con las precedentes mostrando una estructura muy simple: unos problemas muy superficiales y soluciones a la carta.  De hecho Ortega lo reconoce: «Lo único que he intentado hacer con High School Musical es disfrutar contando una historia desde un punto de vista musical de una forma alegre y divertida, sin complicar demasiado ni la historia ni los personajes».