Himalaya: Dura travesía
Con siete años de retraso desde su realización nos llega Himalaya, la que fuera la segunda película del francés Eric Valli (The trail, The biggest step). Rodada en la lejana región del Dolpo al noroeste de Nepal, Himalaya cuenta una historia próxima a la gesta, con un marcado acento documental.
Documental porque Valli, además de ser un experimentado fotógrafo del Himalaya, había escrito varios libros sobre la región antes de rodar la película; porque los actores son personajes reales, la mayoría sin ninguna experiencia con la cámara, que interpretan en la historia sus papeles en la vida; porque está rodada en localizaciones reales, a mas de 4.000 metros de altura, y todo ello en palabras de su director «para respetar esta realidad que no queríamos travestir».
La acción se desarrolla en la estación de las nieves, cuando los habitantes del Dolpo bajan la sal, único bien que poseen, de las montañas para intercambiarla por granos en los pueblos de las llanuras, en caravanas de jaks. En este contexto conocemos a Tinle, un anciano que acaba de recibir la noticia de la muerte de su hijo, el jefe del pueblo y el encargado de conducir la caravana a través de las montañas. Tinle debe elegir a su sucesor, pero acusa a Karma, quien parece el más indicado para ser el nuevo jefe, de la muerte de su hijo. El anciano decide entonces conducir él mismo la caravana, llevando consigo a su nieto Passang, un niño aún, y a su hijo menor Norbou, un joven lama que vive en un monasterio budista.
A partir de aquí la cinta explora en el alma del pueblo, sus costumbres, sus tradiciones y su cultura, con el siempre actual conflicto entre lo viejo y lo nuevo. Mediante una narrativa contenida, nos vamos adentrando en el drama de unos personajes caracterizados por su humanidad, en el que destaca la presencia silenciosa de la mujer, una bellísima Lhapka Tsamchoe (Siete años en el Tíbet), impresionante la escena en la que muestra el dolor que debe contener por la muerte de su marido, o la anciana mujer de Tinle, capaz de mirarle con reprobación e inmenso cariño al mismo tiempo.
La historia apasiona desde el primer momento y te hace sentir el cansancio que experimenta la caravana capitaneada por Tinle, la tensión a través de los estrechísimos pasos que deben atravesar los jaks, el respeto por las tradiciones de una cultura desconocida, mezcla de religiosidad y de superstición. La excelente fotografía (premiada con el Cesar) y una cuidada banda sonora de Bruno Colais (Los chicos del coro, Nómadas del viento), ganadora del Cesar, dan un sabor muy intenso al delicado plato que es Himalaya.
Rodada casi en su totalidad en exteriores, los 108 minutos de metraje hacen intuir el esforzado trabajo del equipo técnico. Las imágenes son apasionantes, especialmente poderosas las escenas a través de la tormenta de nieve o al inicio de la película en los campos de trigo. «Cuando te encuentres ante dos caminos escoge siempre el más difícil», son las palabras que el joven Norbou dice a su padre, y ese parece el camino escogido por el francés Valli y su equipo para llevar a cabo esta película. La producción la comandaron Jacques Perrin, quien cuenta entre sus créditos con títulos como Microcosmos (1996) o el documental Nómadas del viento (2001), y Christophe Barratier, el director de Los chicos del coro.
La película estuvo nominada al Oscar a mejor película en lengua no inglesa en 2000, y le valió a su director una nominación a mejor director en los premios de la Academia Europea.
Ficha Técnica
- Dirección: Eric Valli,
- Guion: Louis Gardel, Olivier Dazat, Nathalie Azoulai, Jean-Claude Guillebaud, Eric Valli,
- Intérpretes: Thilen Lhondup, Gurgon Kyap, Lhakpa Tsamchoe, Karma Wangel, Karma Tensing,
- Fotografía: Eric Guichard, Jean-Paul Meurisse
- Montaje: Marie-Josèphe Yoyotte
- Música: Bruno Coulais
- Duración: 109 min.
- Público adecuado: +12 años
- Distribuidora: Festival, Karma
- Nepal (Himalaya – l’enfance d’un chef), 1999
- Estreno: 12.4.2006