Hotel Danubio: Elegante y pausada

Giménez-Rico (Burgos, 1938) estrena por segunda vez en lo que va de año. Si con Primer y último amor viajó por la nostalgia de un sentimiento verdadero, ahora, con Hotel Danubio -producida por José Luis Garci-, nos introduce en una inquietante y misteriosa historia llena de suspense. Una noche de temporal, Hugo llega al Hotel Danubio, en la gallega Costa de la Muerte, acompañado de su hijo Carlos y de la novia de este, Ibón. Cuando dan un paseo nocturno junto a la costa, Carlos resbala por un precipicio y cae al vacío, siendo fatalmente tragado por un mar tempestuoso. Sin embargo, lo que parece un accidente puede ser algo de naturaleza muy distinta y perturbadora.

La reconstrucción del fabuloso guión de Car­los Blanco da lugar a una versión de la película Los peces rojos, que opta por una estructura narrativa compleja y fluida que se apodera de la atención del espectador. Las escenas y diálogos están milimétricamente calculados. Hotel Danu­bio es un thriller psicológico contado con el clasicismo más elegante, propio de la edad de oro del cine, que renuncia al efectismo y al montaje impresionista. El argumento, que se prestaría actualmente a grandes dosis de sexo y violencia, está resuelto con el buen gusto y elegancia propios de los grandes.

Ramos, impecable y contenido, y una debutante Carmen Morales, hija de Rocío Dúr­­cal, que hace gala de unas dotes interpretativas sumamente maduras, presiden la función, que cuenta con unos secundarios que, en su mayoría, pertenecen a una generación casi olvidada por los realizadores más jóvenes. La fotografía de Pérez Cubero y la dirección artística de Parrondo crean una atmósfera mágica «años cincuenta», realmente sorprendente para una película llena de oficio y maestría.

Ficha Técnica

  • Argumento: Carlos Blanco
  • Fotografía: R. Pérez Cubero
  • Montaje: Miguel González Sinde
  • Música: Pablo Cervantes
  •  Distribuidora: Columbia
  • Estreno en España: 26.9.2003

España, 2003. 

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