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I’m Still Here

Phoenix invierte un año de su vida en un experimento que no se sabe muy bien para qué sirve

I'm still here (Joaquin Phoenix y Casey Affleck)

I’m Still Here: Un falso documental, falso

I’m Still Here  | Después de protagonizar Two Lovers, Joaquin Phoenix anunció que ser retiraba del cine. Quería redescubrirse, ser auténtico y para eso nada mejor que hacerse rapero, cantar canciones que tenían algo dentro. Intenta convencer a Sean Combs de que produzca sus discos, ensaya, compone, sigue acudiendo a entrevistas de televisión, a ruedas de prensa, a fiestas, pero sobre todo se aísla, se enfada, engorda, no deja de consumir alcohol y drogas… se convierte en espectáculo, hace el ridículo, y deja bien claro que es su desmedido ego -a menos que sea una idiotez sin excusas- lo que lo lleva al desastre, a un desastre que todos, menos él, ven llegar.

Este lamentable naufragio es ilustrado por su cuñado Casey Affleck, por primera vez tras la cámara, que no perdona detalle, por obsceno o desagradable que sea: insultos, ataques, vómitos… todo ello espeluznante si fuera cierto. El único interés de la historia es, justamente, el proceso de decadencia que vemos ante nuestros ojos, que provoca auténtico malestar, y que en Estados Unidos, donde los hechos eran sobradamente conocidos, causó una tremenda impresión.

Luego vino el alivio y el enfado. El alivio al saber, nos dicen, que todo era mentira, que Phoenix y los suyos gastaron un elaborado y gigantesco bromazo; enfado por haber sido las víctimas del mismo. Ahora bien, si todo es falso, ¿qué valor tiene esta cinta? Tal vez ninguno. Tal vez sea una fábula, para reírse de las ridículas pretensiones de algunos que llegan a la fama a través de los medios de comunicación, sólo por su cara. Eso duele, sobre todo si, en una escala menor, más de uno ha sentido esa misma tentación o ha tenido propósitos similares. Si ese fuera el caso, habría que preguntarse si la actuación de Joaquin Phoenix se justifica: se ha dado en espectáculo durante más de un año, ejerciendo de impresentable, para lograr un efecto impactante, a fuerza de ser desagradable… Carol Burnett logró algo similar en un show de media hora.


Arriba: Que sea una broma.

Abajo: Que sea una broma.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Magdalena Górka
  • Montaje: Dody Dorn, C. Affleck
  • País: Estados Unidos
  • Duración: 108 min.
  • Público adecuado: +18 (Temática, lenguaje crudo, sexo incidental)
  • Distribuidora: Avalon
  • Estreno: 04/02/2011

I’m Still Here (2010)

 

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