Imparable: Que viene el tren…

Parece mentira pero sucedió de verdad, con pocas licencias poéticas: en el año 2001, cerca de Toledo, Ohio, a causa de un estúpido error, un tren con 47 vagones se fue solo, sin maquinista, y recorrió 66 millas, con un cargamento altamente peligroso. Un valiente maquinista saltó al tren en marcha para frenarlo. La última película de Tony Scott cuenta esta historia con el brío de una película de catástrofe, o mejor, como las clásicas películas de monstruos.

A Tony Scott le gustan los trenes, en alguna ocasión le han servido de decorado (Amor a quemarropa); en Pelham 123 cobran protagonismo, y aquí son personajes principales de la historia. La máquina, que libre de humanos, avanza a toda velocidad para destruir una ciudad tiene más de Godzilla que del Runaway Train que esperábamos. Este comentario merece una explicación: honradamente, uno esperaba encontrarse otra película de acción, una especie de Speed, pero con trenes; y descubre que Tony Scott le ha dado liebre por gato y ha realizado una película muy interesante. No es su mejor cinta, pero sí una película seria, de gran fuerza visual, sobria, sin adornos inútiles y con todos los elementos (clásicos) en su sitio.

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El guión es mínimo, un tren anda suelto y es peligroso. Scott pone en escena todos los elementos del género: la amenaza de catástrofe inminente, los esfuerzos oficiales para detenerlo, la prensa que persigue la noticia, la pareja clásica de perdedores -un veterano (Washington) y un joven (Pine)- que contra todo pronóstico lograrán realizar lo imposible. Y contra todo pronóstico también, Tony Scott da un recital de buen hacer, sorprendiendo por su concisión, por su claridad expositiva, por sus planos imaginativos, esta vez adecuados, y plenamente justificados: utiliza las imágenes de los reporteros y de los informativos que cubren la noticia para completar la narración principal.

Tampoco olvida el elemento humano, sus personajes tienen vida. La elección de actores es acertada. Denzel Washington ya ha trabajado con él (esta es la quinta película que ruedan juntos), y el joven Chris Pine, capaz de dar réplica a su veterano colega. Sus dramas personales, sin distraer de la acción principal, completan el cuadro.

En definitiva, una obra menor, que no piensa más que en la diversión del espectador, al que logra sorprender, y que en su género se parece a una obra maestra. Nada es nuevo, pero está tan bien hecho que parece como si estuviera reinventando el género.

Lo mejor: La sobriedad narrativa, la utilización de la cobertura informativa.

Lo peor: La historia es una anécdota.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Ben Seresin
  • Montaje: Robert Duffy, Chris Lebenzon
  • Música: Harry Gregson-Williams
  • Duración: 101 min.
  • Público adecuado: +12 años
  • Distribuidora: Fox
  • EE.UU. (Unstoppable), 2010
  • Estreno: 12.11.2010
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Reseña
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Historiador y filólogo. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos. Ha estudiado las relaciones entre cine y literatura. Es autor de “Introducción a Shakespeare a través del cine” y coautor de una decena de libros sobre cine.